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VALÈNCIA. Tras su paso por Mostra de València-Cinema del Mediterrani cuando tenía 19 años -estrenó en el festival Paper Flags en 2018 y se hizo con la Palmera de Bronce-, el joven director Nathan Ambrosioni concurre de nuevo a la Sección Oficial para presentar su nuevo largometraje, una comedia en la que destaca la presencia de su principal protagonista, la actriz Camille Cottin (La casa Gucci, Cuestión de sangre), que encarna a una madre soltera a cargo de cinco hijos en edad adolescente.
El director tuvo muy claro que Cottin sería la actriz para interpretar a esta madre de familia numerosa que se plantea cambiar de vida. “La admiro desde que era adolescente. Ella forma parte de mi cinefilia. Desde el principio quise que interpretara a Toni. Tenía en mente su forma de hablar cuando escribía. Hay algo particular en el tono de su voz, en su forma de expresarse... Tiene esa languidez teñida de autoridad y ternura que yo necesitaba”, asegura Ambrosioni a Mostra de València.
Antigua cantante de éxito en otro tiempo, ahora olvidada, Toni canta en bares por las noches para alimentar a sus hijos, pero ése nunca fue su sueño, y a sus 43 años aborda la búsqueda de la identidad post-maternal. “Quería investigar la mediana edad en las mujeres. Ese momento tan especial en el que se cuestionas todo”, señala el director. “La condición de madre soltera y ama de casa marca su condición social e imaginamos que Toni debe devoción absoluta a sus hijos, que todo lo construye en función de ellos, pero la protagonista va en contra de esa imagen e imagina las cosas de otro modo”.
Algo que la convierte, según el realizador, en una “heroína” del mundo real. “Se da cuenta de que ser madre es fabuloso, pero que es una condición marcada para la obsolescencia programada, que todo cambiará el día en que su último hijo se vaya de casa”. La protagonista debe abordar un nuevo rumbo y modo de vida “pero se da cuenta de que la sociedad, el mundo exterior, no la alentará en el camino que elija debido a su edad. Lo que hace que su autocuestionamiento sea aún más incómodo”.
Ambrosioni muestra una familia con cinco hijos, todos muy diferentes: “Quería transmitir la diversidad de caracteres. Se parecen mucho a los estudiantes de Secundaria y Bachillerato con los que solía salir. Tienen deseos complejos y esperanzas diversas, una fuente adicional de ansiedad para Toni, porque se enfrenta a temperamentos fuertes, lo que no es fácil cuando todavía está intentando encontrarse a sí misma”.
Los jóvenes actores, cuenta el director, se apropiaron de las personalidades de sus respectivos personajes con una facilidad desconcertante. “La adolescencia es un terreno fabuloso para el cine, un reino de sueños y deseos. Quería retratarla con precisión, y por eso no hay improvisación por parte de los actores. Insistí en que se respetaran los diálogos”.
En la película, Ambrosioni no embarca a su protagonista en ninguna aventura amorosa como se suele esperar en este tipo de comedias: “Toni evoluciona independientemente de cualquier presencia masculina. Quería que no buscara la aprobación masculina para sus actos en una sociedad patriarcal como la nuestra. Quería representar a un personaje que quiere ser libre sin necesidad de tener ninguna relación”.
La 38ª edición de Mostra de València-Cinema del Mediterrani está organizada por el Ayuntamiento de València y cuenta con la colaboración del Institut Valencià de Cultura (IVC), el Palau de la Música, Barreira Arte + Diseño y À Punt Mèdia como medio oficial.