El presidente de la gestora de Valencia, Luis Santamaría; la líder regional, Isabel Bonig; y el presidente provincial, Vicente BetoretVALENCIA. El conflicto por la elección de compromisarios para el XVIII Congreso Nacional del PP en el distrito de Marítimo se ha saldado con una tregua entre la gestora del partido que preside Luis Santamaría y el grupo crítico enclavado en ese barrio que cuenta con el respaldo de los concejales investigados por el presunto caso del 'pitufeo'.
Así, cabe recordar que la elección de los compromisarios fue impugnada al contabilizarse mayor número de votos que de inscritos, por lo que la dirección nacional del partido resolvió que se debería repetir la elección de los representantes del citado distrito con derecho a acudir al congreso y poder participar con voz y voto. La fecha elegida por Génova para este proceso fue el 12 de enero.
En este sentido, el resultado del sufragio anterior arrojó que el presidente de Marítimo, Nacho Pou, ex asesor del Ayuntamiento de Valencia e investigado en la causa citada anteriormente, sería compromisario, al igual que dos personas de su órbita. Pou había protagonizado anteriormente varios rifirrafes con el presidente de la gestora, Luis Santamaría.
Así, fuentes populares aseguran que el debate interno se dirigió a si Pou volvería a presentarse para ser compromisario. Una duda que el presidente de Marítimo se encargó de disipar rápidamente con una respuesta positiva. Una situación que abocaba a un nuevo duelo en las urnas que tampoco era deseado por la gestora.
En este impás, desde el PP provincial que preside Vicente Betoret, quien ha hecho algún que otro gesto hacia los concejales investigados y hacia el propio distrito de Marítimo, se facilitó una decisión de consenso: al existir algunas plazas vacantes que no se habían cubierto en la provincia de Valencia, ofreció la posibilidad de cederlas para que las seis personas que se habían presentado en el citado distrito tuvieran la oportunidad de ser compromisarios.
Con esta solución, tanto las tres personas que fueron más votadas -con proceso impugnado- como las tres que quedaron fuera por escaso margen, tendrán puesto asegurado en el cónclave nacional que se celebrará en Madrid del 10 al 12 de febrero. Una fórmula que permite no disputar una segunda votación y, por tanto, evita un nuevo enfrentamiento entre las dos corrientes existentes en el Cap i Casal.
