VALÈNCIA. El éxito para el Gobierno valenciano de la futura implantación de la gigafactoría de baterías en Sagunt en 2026 no es logro de una persona, ni siquiera de tres, sino de un nutrido grupo de altos cargos y asesores de diversas consellerias que, tras un largo proceso de gestiones y espera, vieron este miércoles recompensado su esfuerzo con el anuncio del presidente de Seat, Wayne Griffiths.
Aunque es inevitable que ayer, en la celebración y las felicitaciones sobre todo en redes sociales, existiera el deseo de sacar pecho o barrer para casa en cuanto al reparto de méritos entre los socios del Botànic (especialmente PSPV y Compromís), predominaba en líneas generales un clima de éxito compartido.
Ahora bien, se puede destacar a algunas figuras en todo el proceso: la mayoría de fuentes consultadas por este diario del Ejecutivo coinciden en señalar a tres altos cargos clave en la llegada de la gigafactoría. Mako Mira, secretaria autonómica de Modelo Económico; Rebeca Torró, secretaria autonómica de Economía Sostenible, ambas del PSPV y Mari Parra, directora general de Internacionalización, en este caso de Compromís.
Tres mujeres encargadas de llevar en muchos casos el peso de unas negociaciones arduas y complejas sobre las que, además, pesaba una importante restricción de confidencialidad que se ha mantenido vigente hasta el anuncio oficial. Es más, la llegada de Volkswagen a Sagunt se daba por hecha desde hace semanas, pero ninguno de los altos cargos involucrados quería hablar del asunto por miedo a provocar algún desequilibrio que hiciera descarrilar la decisión. Así pues, tiempo de silencio y nervios en el Consell hasta que el martes se conoció internamente la previsión de que la multinacional comunicaría públicamente su elección ayer.
Obviamente, las tres dirigentes mencionadas no han sido las únicas protagonistas de un proceso en el que se involucró de forma prioritaria la Presidencia de la Generalitat con el propio Ximo Puig a la cabeza, junto con su mano derecha y gran muñidor en asuntos complejos, el secretario autonómico Andreu Ferrer. Además, las consellerias de Economía, con Rafa Climent al mando; Territorio, liderada por Arcadi España, y Transición Ecológica, con Mireia Mollà al frente, también formaron parte del difícil proceso en el que se implicaron otros altos cargos de estos departamentos como la directora general de Empleo, Rocío Briones; el director general de Calidad y Educación Ambiental, Joan Piquer, o el director general de Urbanismo, Vicent García Nebot.
Finalmente, y pese a no ser ni mucho menos la favorita inicialmente, la candidatura de Sagunt terminó convenciendo a la multinacional alemana, que prefirió esta localización por encima de otras opciones como Extremadura -señalada por muchos como la favorita para el Gobierno de España-, Cataluña y Aragón. Una decisión basada, según recalcó el consejero de Volkswagen y presidente Consejo de Administración de Seat, Thomas Schmall tras analizar "más de 100 criterios" diferentes de las opciones presentadas.
Las reacciones de distintas organizaciones empresariales y sindicales a la noticia fue positiva, así como también de los partidos de la oposición. No obstante, el presidente del PPCV, Carlos Mazón, quien aseguró su formación apoya "sin ninguna fisura" el proyecto, aprovechó también para tratar de 'meter la cuchara' y solicitar una comisión mixta de seguimiento Consell-Corts sobre la llegada de Volkswagen a Sagunt.
"No puede haber fisuras, desavenencias internas y contradicciones en el seno de la Generalitat y en el Gobierno, como hemos visto con otras cuestiones como el Puerto de València, el Corredor Mediterráneo y las Cercanías. Unidad", reclamó Mazón, después de que su grupo parlamentario hubiera registrado en Les Corts una Proposición No de Ley de urgencia para crear la citada comisión que, según la iniciativa, debe estar compuesta por representantes del Consell y de los grupos parlamentarios además de reunirse mensualmente. Una medida para asegurarse, según el líder del PPCV, que esta oportunidad se gestiona "adecuadamente".