BARCELONA (EFE). Las plataformas de movilidad colaborativa Cabify, SocialCar y BlaBlaCar han defendido este jueves la plena legalidad de su actividad y han marcado distancias con Uber, aplicación que pone en contacto a viajeros con conductores particulares y que ha puesto en pie de guerra al sector del taxi.
Precisamente, un abogado general del Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE) ha considerado este jueves que Uber es una empresa de transporte y no una plataforma digital, de modo que las autoridades nacionales pueden exigirle licencias y autorizaciones como las que precisan los profesionales del taxi.
La opinión del abogado general Maciej Szpunar no es vinculante, pero suele inspirar el veredicto final del tribunal.
A diferencia de Uber, la plataforma Cabify pone en contacto a usuarios con vehículos con conductor con licencia (VTC), mientras que SocialCar ofrece un servicio de alquiler de coches entre particulares y BlaBlaCar permite a los ciudadanos compartir vehículo y gastos.
El director general de BlaBlaCar en España y Portugal, Jaime Rodríguez, destacó que existe "una diferencia muy clara" entre la actividad de Uber y la de su plataforma, ya que la empresa estadounidense "no ofrece un servicio de coche compartido porque no comparte gastos".
De igual forma, la fundadora y consejera delegada de SocialCar, Mar Alarcón, aseguró que esta plataforma, creada en 2011 y pionera en ofrecer el servicio de alquiler de coches entre particulares en España, opera "con total garantía", adaptándose a la regulación existente en cada territorio.
Alarcón comentó que, en cualquier caso, "la regulación nunca puede ir al ritmo de la innovación, porque si no, no sería innovación", y apostó por ir adaptando la regulación existente a los nuevos servicios que demanda la sociedad. "Si la gente lo utiliza es por algo y la regulación no tiene otra que adaptarse", declaró.
Por su parte, el director general de Cabify, Oriol Sanleandro, reivindicó que esta app opera "de forma cien por cien legal", ya que todos sus conductores cuentan con licencia VTC para el transporte de viajeros. "Siempre hemos intentado hacer las cosas bien en todos los países", destacó Sanleandro, que espera contar con un "buen número" de licencias en España para seguir operando aquí.
Pese a ello, Cabify es objeto de ataque por parte de un sector del taxi que ve intrusismo en este servicio y ha protagonizado algunos enfrentamientos e incidentes, tanto en España como en otros países. Sanleandro condenó los actos violentos —a principios de mes quemaron nueve coches de Cabify en Sevilla– y afirmó que no benefician a ninguna de las partes. "Los más perjudicados son los usuarios", recalcó. Cabify desembarcó en Barcelona a finales de 2016 con 50 vehículos, aunque su objetivo es quintuplicar esta cifra de aquí al verano, hasta alcanzar los 250 coches con conductor.
Mar Alarcón, Oriol Sanleandro y Jaime Rodríguez hicieron estas declaraciones a los periodistas tras participar en la primera edición de Connected Hub, el congreso del salón Automobile Barcelona en el que durante dos días se debatirá sobre innovación, tecnología del automóvil y nuevas formas de movilidad.