VALÈNCIA. UGT ha revalidado por sexta vez su mayoría absoluta en las elecciones sindicales de Ford Almussafes (Valencia), al obtener 22 delegados de un total de 31. Unos comicios en los que la organización que lidera Carlos Faubel ha aumentado de forma significativa su ventaja sobre STM Intersindical Valenciana y en los que CCOO y CGT han dado la sorpresa al quedarse sin representación en el comité de empresa.
En concreto, UGT ha conseguido un delegado más que los que tenía hasta ahora y el 71% de los votos. Además, ha aumentado en 13 representantes su diferencia respecto a la segunda fuerza sindical en la factoría, STM Intersindical. Cabe subrayar que en la anterior legislatura se eligieron un total de 35 representantes por la mayor plantilla que había entonces y que se ha visto mermada en los últimos años por los ajustes en la planta.
De esta forma, tras UGT volvió a situarse STM Intersindical, liderada por Dani Portillo, que logró el 29% de los votos y volvió a repetir con 9 delegados. Sin duda, el resultado más amargo lo han obtenida las formaciones CCOO (encabezada por Alejandro Osma) y CGT, ya que ambas han perdido su voz en el comité al pasar de los tres y dos delegados que tenían hasta ahora respectivamente, a quedarse fuera al no obtener representación.
El total de votos emitidos fue de 5.758, de los cuales 3.258 se los llevó UGT, 1.321 fueron para STM Intersindical, 150 para CCOO y 141 para CGT. Además, 57 votos fueron en blanco y 36 se consideraron nulos. La participación fue del 89%.
Las votaciones se han celebrado a partir de las 04.00 horas de este martes 21 de febrero y han finalizado a la 18.00 horas del mismo día. Para ello se habían instalado 19 mesas electorales distribuidas por todas las plantas (15 para los colegios de especialistas -producción- y 4 para técnicos y administrativos).
Además, la dirección de Ford había cancelado el ERTE en la planta durante un periodo de 24 horas, es decir, desde las 22:00 horas del lunes 20 hasta la misma hora del martes 21 para facilitar las votaciones. A día de hoy, una media de 150 personas al día están sometidas al ERTE, un porcentaje mínimo de la plantilla de cerca de 6.000 empleados, de ahí que la dirección aceptara la petición de la mesa electoral de cancelación temporal del expediente.
Desde UGT han celebrado la victoria asegurando que asumen su sexta mayoría absoluta con "la responsabilidad que requiere afrontar el futuro en los tiempos complejos que se avecinan". "Queremos agradecer el alto porcentaje de participación y el apoyo recibido porque va a permitir que lideremos la transformación de la fábrica", ha destacado la organización en un comunicado.
En este sentido, el sindicato ha querido garantizar que en estos próximos años trabajará para "redoblar los esfuerzos y conseguir el futuro que se merece la plantilla de Almussafes".
Por su parte, el portavoz del STM, Dani Portillo, ha mostrado la satisfacción del sindicato por haber mantenido sus nueve delegados, aunque ha lamentado que se hayan quedado fuera del comité "dos sindicatos con tanta historia en Ford" y ha asegurado que si se produce algún ERE, lucharán por que las salidas no sean "traumáticas".
Ahora, el nuevo comité de empresa deberá lidiar este año con varios frentes. El primero de ellos será la salida en dos meses de los modelos S-MAX y Galaxy, lo que conllevará una bajada de la producción en la planta ya que ambos modelos concentran el 6% de la fabricación anual.
De hecho, el empleo será el principal caballo de batalla de los próximos años. Y es que, pese a que la planta valenciana logró vencer a la alemana de Saarlouis y consiguió los nuevos modelos eléctricos, lo cierto es que la carga de trabajo va a ser menor en los próximos años y, por tanto, se va a requerir de menor mano de obra. La multinacional ya está adelgazando su estructura en Europa para minimizar costes y ganar "competitividad" con el anuncio del despido de cerca de 4.000 trabajadores.
A ello se suma los vaivenes en el mercado mundial por la falta de componentes y la transición de la mayoría de marcas hacia la electromovilidad. Un cóctel que vaticina una profunda transformación en la planta