VALÈNCIA. El último mes de diciembre se cumplía el tercer aniversario de la primera fase del Parque Central, el gran parque urbano ubicado en el centro de València que se abrió en linde con el parque de vías que todavía divide la ciudad. Sin embargo, aquella primera fase -a falta de concretarse tras el soterramiento de las vías ferroviarias- se estrenó sin estar completa: restaba una porción de 4.000 metros cuadrados cuyas obras ha sufrido cierto retraso.
Las actuaciones que quedaban por realizar se centraban en la urbanización de este espacio en la zona de Malilla y la calle Dr. Domagk, en unos terrenos distribuidos en dos partes: una de 1.400, que afecta a instalaciones del parque y otra de 2.500 que afecta a viales de la urbanización de las parcelas edificables.
Los terrenos estaban ocupados antes por el concesionario de automóviles Juan Giner, que se negaba a abandonarlos porque un planeamiento municipal lo dijera. Tuvo que ser una resolución judicial la que obligó al propietario a irse y dejar paso a la urbanización de la zona. Esto retrasó más de lo previsto las actuaciones y la Sociedad Parque Central -constituida por el Ministerio de Fomento, la Generalitat Valenciana, y el Ayuntamiento- decidió abrir el gran parque sin haber finalizado estas obras.
Así pues, la compañía pública pudo entrar con las máquinas en junio de 2020, pero en solo un mes las obras tuvieron que ser suspendidas . El motivo: los residuos del suelo ocupado antes por el concesionario fueron calificados de manera diferente a la prevista, lo cual cambiaba el vertedero al que debían ir y obligó a una solución técnica y económica que redujera al máximo la cantidad a excavar y retirar a vertedero.
Estas demoras imprevistas hicieron que hasta hace un año no se retomaran las actuaciones de manera ininterrumpida. Estaban pendientes de finalizar el muro verde, la construcción del arenero y un juego infantil para el Parque Central. Y también la urbanización de la calle Dr Domagk, donde estaba prevista la continuidad del canal de agua existente en el Parque Central y una fuente para rematar la infraestructura, además de completar las instalaciones del centro de reparto de energía eléctrica requerido por Iberdrola.
Así pues, fuentes de la Sociedad confirman a este diario que, a falta de unos pocos flecos y de que los servicios municipales den el visto bueno, el 'bocado' ya ha dejado de existir en el Parque Central: "Las obras están prácticamente acabadas". Entre las "pequeñas actuaciones" que restan se encuentra la iluminación o la señalética, el centro de reparto eléctrico así como rematar las obras en el muelle.
"Las obras se han demorado debido a las lluvias, la necesidad de plantar en la época más adecuada las diferentes especies y la derivada de modificar el equipamiento del centro de reparto para adaptarlo a los cambios de la normativa de equipos de la Unión Europea -que entró en vigor en julio- y a especificaciones de Iberdrola", aseguran desde la Sociedad, para añadir que ya "se ha solicitado la revisión de las obras a los servicios municipales para que den su conformidad o indiquen reparos a realizar, y poder ponerlas en servicio".
