VALÈNCIA (EP). Un mayor consumo de alimentos y bebidas ultraprocesados se asocia con una mayor acumulación de adiposidad visceral y general relacionada con la edad, según un estudio realizado por investigadores del CIBER de Obesidad y Nutrición (CIBEROBN) en la Fundación Instituto de Investigación Sanitaria Illes Baleares (IdISBa).
"Lo hemos hecho utilizando por primera vez indicadores de adiposidad de medición objetiva a través de densitometría que permite medir tanto la grasa total como la visceral en lugar de los indicadores antropométricos (IMC, circunferencia de cintura, etc.) que permiten una medición indirecta, utilizados en otros estudios previos", explica la líder del estudio, Dora Romaguera.
"Nuestros resultados refuerzan el conocimiento existente sobre el impacto perjudicial de los alimentos y bebidas ultraprocesados en la salud y la mortalidad. De hecho vinculamos su consumo con una mayor acumulación de adiposidad regional y global en el futuro en población mayor con enfermedades crónicas", afirma la primera autora del estudio, Jadwiga Konieczna, investigadora también del IdISBa y del CIBEROBN.
El consumo de alimentos y bebidas ultraprocesados se ha asociado con la obesidad y las comorbilidades asociadas. El exceso de grasa visceral que aparece con la edad se ha considerado el culpable que contribuye a resultados de salud adversos asociados a la adiposidad. Sin embargo, ninguno de los estudios previos ha esclarecido científicamente el vínculo entre alimentos y bebidas ultraprocesados y la adiposidad de manera directa y su distribución.
De ahí que el objetivo de este estudio, publicado en la revista científica 'Clinical Nutrition', fuese investigar en futuro la asociación entre los cambios que se producen por el consumo de alimentos y bebidas ultraprocesados y la distribución de la adiposidad, evaluada de manera objetiva.
Para ello contaron con una muestra de 1.485 participantes del estudio PREDIMED- PLUS (hombres y mujeres españoles de 55 a 75 años con sobrepeso, obesidad y síndrome metabólico) que fueron sometidos a mediciones de composición corporal.
Los resultados manifestaron que, en promedio, el consumo de alimentos y bebidas ultraprocesados representó el 8,11 por ciento de la ingesta diaria total al inicio del estudio. El incremento diario del 10 por ciento en el consumo de alimentos y bebidas ultraprocesados se asoció con una acumulación significativamente mayor de grasa visceral a proporción de grasa ginoidea (periférica) y grasa total.
"Estos datos ponen de manifiesto la importancia de que los programas y políticas de salud pública mundial consideren el desaliento del consumo de alimentos y bebidas ultraprocesados y la preferencia por los alimentos frescos o mínimamente procesados", indica Romaguera, quien continúa afirmando que estas recomendaciones implantadas ya en las primeras etapas de la vida podrían ayudar a debilitar los cambios relacionados con la edad que conducen a un depósito de adiposidad perjudicial.