Las librerías suben la persiana: crónica de una apertura en tiempos de desconfinamiento
Las librerías suben la persiana: crónica de una apertura en tiempos de desconfinamiento
Profesionales del libro promueven una iniciativa que buscar potenciar el comercio local y reencontrarse con la experiencia de una librería independiente
VALÈNCIA. Decía el escritor Jorge Carrión, en una entrevista a Culturplaza que "solo sabes lo grande que es un librería cuando conoces a su librero". En València hay grandes librerías que aún están por descubrir, y este es uno de los momentos en los que más necesitan ser descubiertas. Esta es la premisa de Sentim les llibreries. Un grupo de escritores valencianos, encabezados por María Bastarós y David Pascual (Mr Perfumme), ha unido fuerzas con las librerías independientes valencianas para poner en marcha una iniciativa orientada a mejorar la precaria situación económica en la que han quedado estos pequeños negocios debido a la crisis del coronavirus.
Sentim les llibreries se plantea como un juego: es un amigo invisible multitudinario. A través de un enlace, cualquier persona se puede apuntar con un apodo y un correo. El formulario te pide que indiques cuáles son tus gustos literarios y en qué librería independiente quieres que vayan a comprar y a dejar el libro regalado. Cada participante deberá acudir a la librería asignada antes del 15 de julio para elegir un libro para su amigo o amiga invisible y dejarlo pagado y reservado. A partir del 15 de julio, todos y todas los participantes podrán ir a recoger sus lecturas sorpresa a las librerías correspondientes. Todo el mundo tendrá un libro que comprar y otro que recibir, y el título del libro lo elegirá tu amigo o amiga invisible con la persona que regente la librería.
Las librerías que se han sumado a esta iniciativa son: Bartebly, Bangarang, Berlín, Gaia, Imperio, La Batisfera, La Primera, La Repartidora, La Rossa, Leolo, Primado, Railowsky, Ramón Llull, Somnis de Paper y United Minds.
El origen es la propia relación de Bastarós y Pascual con algunos libreros y libreras de la ciudad. "Hicimos un grupo de Whatsapp para ver si podía salir de ahí una red de apoyo. A mí se me ocurrió ampliar algo que hago yo con mis amigas: un amigo invisible en el que solo puedes regalar libros llevándolo a lo local", explica la escritora a este diario. En tiempo récord y con mucho entusiasmo, las librerías independientes se han ofrecido y la iniciativa ha despertado el entusiasmo de muchísima gente: en su primera hora de vida recibieron más de 200 solicitudes.
Sentim les llibreries no es únicamente una iniciativa para reactivar la economía de un sector muy frágil. Se trata también de poner en valor la propia experiencia de ir a una librería de barrio y hablar con el librero o librera, tocar los libros, llevarte algo inesperado: "Amazon se carga esa relación y nosotros la queremos potenciar". Además, el hecho de que te encarguen ir a una librería concreta sirve para ampliar el conocimiento propio de la red que existe en València: "También es una manera de descubrir incluso barrios. Muchas veces, nuestra vida en la ciudad se reduce a nuestro propio barrio y al centro. Por ejemplo, la librería United Minds o La Rossa, no son tan conocidas al estar en barrios periféricos y ser especializadas, pero esta es una oportunidad de conocerlas", explica Bastarós.
La iniciativa no surge de ninguna editorial o de ninguna otra empresa. Se trata de una suma de gratuidades, que abarca desde las mismas librerías hasta el cartel, firmado por Sara Luz, pasando por prensa, redes sociales, o la propia gestión de las solicitudes y las fichas. "Tendremos mucho trabajo que hacer", dice María Bastarós. No es un deseo; en menos de 24 horas, ya es una realidad. A las personas que decían amar las librerías en València se les presenta esta oportunidad y muchas están dando el paso responsable de querer mantenerlas. Ante el cinismo de estos días sobre que nada puede cambiar, los libros vuelven a suponer un bálsamo, que puede parece ficción, pero que se hace realidad. Solo hacen falta lectores y lectoras.
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