Producida por la productora valenciana Quatre Films y Eddie Saeta, la ópera prima de Javier Tolentino cuenta con el apoyo del ICAA, del Institut Valencià de Cultura y con la participación de TVC y À Punt
VALÈNCIA. El Festival Internacional de Cine de Moscú acoge estos días el estreno internacional de Un blues para Teherán, producida por la productora valenciana Quatre Films y Eddie Saeta y con el apoyo de ICAA y IVC y la participación de TVC y À Punt. Un blues para Teherán, el docudrama musical dirigido y escrito por el periodista y crítico cinematográfico Javier Tolentino, participa a concurso dentro de la Sección Oficial del certamen ruso, uno de los más antiguos del mundo. Este festival, que se celebra desde el año 1935, está considerado como uno de los más prestigiosos del circuito y por él han desfilado directores como Akira Kurosawa o Federico Fellini, al que acudió para estrenar la mítica 8½.
Moscú es, por tanto, el enclave escogido para presentar de manera internacional el particular homenaje que Tolentino dedica al pueblo iraní. La cinta pone en valor la cultura persa y presta especial atención a su larga tradición musical: numerosos intérpretes muestran sus ricas composiciones frente al objetivo de Tolentino. “Un blues para Teherán es también un musical; a través de su música tradicional y contemporánea se desvelan algunas de las claves de la sociedad iraní”, afirma su director en relación a la presencia de la música en la película.
La compositora valenciana Tere Núñez, encargada de realizar la música original de la película, confiesa que fue “un reto difícil, al acompañar con música un discurso tan musical que empezaba con la expresión de músicos y música de Teherán”. Sin embargo, encontró la respuesta en un fragmento del poema de Forough Farrojzad (El pájaro era sólo un pájaro y otros poemas) y, a partir de ahí, completó la orquestación con el canto del mirlo y voces de mujer a boca cerrada. “Como reflejo del lugar donde queda relegada la creatividad de las mujeres, tal como describe la cantante Golmehr en el film, se utilizaron utensilios de cocina, una copa, papel de aluminio, tenedores en la percusión, y el grave profundo, para el bajo, de un grifo de cocina estropeado”, expresa la compositora. Sergi Dies en el montaje, Juan López en la fotografía e Iván Martínez Rufat en las mezclas de sonido completan la presencia del equipo técnico valenciano en la película.
Además del notable componente musical, Un blues para Teherán clava su mirada en diferentes rostros que nos muestran un Irán donde tradición y modernidad conviven y se confrontan. Rodada en tres idiomas, taleshi, kurdo y farsi, la cinta recorre rincones inéditos de Irán sin que la cámara interfiera en las aportaciones de las gentes que pueblan unos paisajes fascinantes; discursos sinceros, a veces, sorprendentes. Erfan Shafei, que más que un protagonista es un guía para el espectador, invita a descubrir un país tan misterioso como culto a través de la música, pero también de sus gentes. Este blues tiende la mano entre civilizaciones y expresa, mediante el uso del cine y la música, su deseo de establecer un diálogo entre Oriente y Occidente.
Tras dedicar su trayectoria profesional a la divulgación cinematográfica a través del mítico programa El séptimo vicio de Radio 3, Javier Tolentino salta a la dirección con Un blues para Teherán. La mirada de Tolentino, ligada a la pasión que desprende por el cine de cineastas iraníes como Abbas Kiarostami y Jafar Panahi, captura en Un blues para Teherán la filosofía natural y expresión cotidiana que desprende el pueblo persa.
El film, que clausuró la pasada edición del Festival de Gijón, tiene previsto continuar su andadura con proyecciones en el Festival Internacional de Cine Documental de Copenhague (CPH: DOX) y el D’A Film Festival de Barcelona, y estrenar en salas el próximo mes de junio de la mano de Surtsey Films. Un blues para Teherán está coproducida por Quatre Films y Eddie Saeta y cuenta con el apoyo de ICAA y IVC, la participación de TVC y À Punt Mèdia y la colaboración del Ayuntamiento de Guía de Isora y del Institut Ramón Llull.