Música y ópera

CRÍTICA DE CONCIERTO

Un Bruckner que fue del sobresaliente al notable

  • Foto: LIVE MUSIC VALENCIA
Suscríbe al canal de whatsapp

Suscríbete al canal de Whatsapp

Siempre al día de las últimas noticias

Suscríbe nuestro newsletter

Suscríbete nuestro newsletter

Siempre al día de las últimas noticias

VALÈNCIA. Rozamos el cielo con los dedos. Al finalizar el magistral Allegro con el que se abre la séptima sinfonía de Anton Bruckner, tuve la sensación de que íbamos a asistir a una histórica velada por el nivel alcanzado tanto por el director muniqués como por los profesores de la orquesta. No obstante, fue una excelente lectura. Un movimiento de apertura tocado y dirigido al máximo nivel como ya se advirtió desde la primera frase entonada por los violonchelos sobre el trémolo de los violines. El adagio tampoco defraudó, pero las expectativas cayeron algo con el Scherzo, posiblemente no comprendido del todo por los músicos en cuanto a la idea que Liebreich tenía en la cabeza, y un Finale, que siendo notable quizás se resintió por cierta bajada en la concentración tras dos primeros movimientos realmente gloriosos. Se notó el intenso trabajo de dirección en los ensayos, lo que le permitió a Liebreich extraer un sonido de la cuerda como en pocas ocasiones le hemos escuchado a la orquesta: denso, corpóreo con la idea, siempre acertada, de que para lograr el sonido global “bruckneriano” lo esencial no son los metales, como podría parecer en un primer vistazo, sino la cuerda. Uno de esos instantes memorables vino hacia el final con la reexposición del final sobre el inmenso redoble de los timbales de un gran Javier Eguillor. Tras ello una muy bien planificada coda cerro un primer movimiento para el recuerdo.

Recibe toda la actualidad
Valencia Plaza

Recibe toda la actualidad de Valencia Plaza en tu correo

Colombiana e italiana, las nacionalidades con más capacidad de influir en las elecciones de València
València registra el segundo mejor dato de afiliaciones a la seguridad social desde 2006