VALÈNCIA. El Plan Especial del Cabanyal (PEC) que ultima el Ayuntamiento de València pone en orden la realidad urbanística del barrio y protege numerosos enclaves de la zona, además de ubicar nuevos edificios, regular usos turísticos, zonas verdes y dotaciones públicas. Pero su ejecución, que se antoja de medio y largo plazo, será fiscalizada cada determinado período de tiempo. Así lo recogen las normas urbanísticas del nuevo planeamiento, cuya aprobación definitiva se prevé para los próximos meses, tras superar el actual período de alegaciones.
En el artículo 0.15 se explicita que con carácter bianual desde que entre en vigor el PEC, "se podrá convocar por el Ayuntamiento un Comité de seguimiento de cumplimiento de las determinaciones del PEC". Un artículo que, si bien no contempla la obligatoriedad de esta convocatoria, sí que deja clara la posibilidad, en la que podrían respaldarse las entidades vecinales en un futuro para presionar al equipo de gobierno.
Así, este órgano estará formado por dos miembros designados por el Ayuntamiento de València, así como otros dos miembros en representación de la Generalitat Valenciana, uno de los cuales deberá pertenecer a la Conselleria competente en Urbanismo. Y por otro lado, estarán presentes otros dos miembros normbrados por "las asociaciones de vecinos de mayor representación del ámbito del PEC y demás agentes económicos como asociaciones de comerciantes, hostelería, etcétera".
Para la vicealcaldesa y concejala de Urbanismo, Sandra Gómez, esta es una herramienta que hace más participativo el PEC y demuestra que su objetivo es "rehabilitar aquello que se degradó y reconstruir lo que se destruyó, con los vecinos y vecinas que defendieron el barrio". “Gracias a su resistencia hoy podemos estar hablando del futuro del Cabanyal-Canyamelar”, asegrura en este sentido.
De esta manera, considera la constitución de este Comité de seguimiento como “el mínimo reconocimiento que podemos hacer a quienes durante décadas sufrieron la degradación urbana y social”. La composición, eso sí, no está blindada, porque podrá ser modificada por el consistorio cuando lo crea conveniente.
La creación de este Comité responde a una de las reivindicaciones vecinales, que aspiran a que las normas fijadas por el Plan no queden en agua de borrajas, en papel mojado. Sin embargo, la redacción final de este apartado no acaba de convencer a algunas plataformas vecinales, que resaltan el carácter ambiguo del texto al no especificar criterios claros y objetivos de cómo se elegirán las asociaciones representadas.
¿Pero qué saldrá de estas reuniones bianuales? Los resultados de las convocatorias cristalizarán en una memoria, donde se recogerán "los aspectos más relevantes de las incidencias" del PEC "hasta ese momento", así como "las iniciativas y las propuestas para su óptimo cumplimiento o su modificación". Con todo, serán unas conclusiones sin carácter vinculante.