VALÈNCIA. Los complementos salariales que otorgan Les Corts Valencianes a los diputados mensualmente son variados y numerosos: por alquiler de vivienda si no residen en Valencia; por kilometraje -distancia de la vivienda en la que están empadronados los parlamentarios hasta la cámara-; por el ejercicio del cargo; o por la dedicación exclusiva. En suma, suponen más remuneración para sus señorías que la propia asignación reglamentaria -sueldo base- que tienen contemplada en la tabla retributiva.
Con estos mimbres, no es de extrañar que a lo largo de la legislatura algún diputado haya demandado al Parlamento el abono de las gratificaciones que le correspondían si ha apreciado algún error. Como cuando Tony Woodward y Rosa Mustafá pidieron que se revisara la distancia entre Dénia y el Parlamento valenciano porque Les Corts lo tenía cuantificado en 100 km, pero los diputados pedían que se les reconociese la distancia recorrida a diario desde sus domicilios (111 km), lo que suponía un incremento considerable de la paga por kilometraje.
El último en pedir "lo suyo" ha sido el parlamentario Jesús Sellés, que el pasado mes de julio tomó posesión de su acta después de que el diputado Rafa Briet fuera fichado para ocupar la dirección general de Vivienda. Sellés, concejal en el Ayuntamiento de Elda, ha pedido a la Mesa de Les Corts que se le abone el complemento de dedicación exclusiva con efectos retroactivos. Es decir, que le paguen los 365 euros mensuales que no ha percibido desde que llegó al Parlamento; en total, seis meses que supondrían en torno a los 2.190 euros brutos.
Ahora bien, la petición resulta llamativa por un motivo: en esos seis meses en que ha estado dedicándose al cargo, el diputado no ha presentado ninguna iniciativa. Su firma no consta en ningún documento en el registro de entrada de la cámara; ni PNL, ni mociones, ni preguntas parlamentarias. A Sellés únicamente se le ha visto defender la postura de su grupo en el debate de la Ley de Estructuras Agrarias, que actualmente se encuentra en trámite.
Aunque es cierto que en la recta final de la legislatura los diputados están centrados en las leyes que quedan pendientes, también lo es que siguen presentando este tipo de iniciativas aunque sea de forma minoritaria. Para muestra, la PNL de violencia de género que promovió esta semana el PSPV y a la que los socialistas invitaron a sumarse al resto de partidos.
Una circunstancia -la de pedir un complemento salarial por dedicación exclusiva al cargo pese a no haber registrado ninguna iniciativa propia (lo cual pone en entredicho esa "dedicación")- que vuelve a poner en cuestión algunas subvenciones que otorga la cámara a los diputados, así como su justificación. De hecho, conviene recordar el importe que ésta abona doblemente por el mismo concepto -por una parte el kilometraje y, por otra, distancia a la vivienda en la que los diputados están empadronados-.