VALENCIA, (EP). El subdirector de innovación y desarrollo tecnológico en la empresa pública Adif, Andrés Cortabitarte, ha señalado este lunes en las Corts Valencianes que, actualmente, el índice de accidentes en la red ferroviaria española es de 0,2 por millón de kilómetros, por lo que es "prácticamente igual que en aviación".
El directivo de Adif, que ha comparecido este lunes en la comisión de investigación de las Corts que trata de poner luz sobre el accidente de metro de Valencia del 3 de julio de 2006 que dejó 43 heridos y 47 heridos, ha señalado que en el año 1981 había un índice de accidentes que "sobrepasaba con creces el 2 y pico por millón de kilómetros", mientras que actualmente es del 0,2.
Cortabitarte ha puntualizado en 1980 hubo 1.174 accidentes de todo tipo en la red de Adif, mientras que en 2015 fueron 24. "¿En el año 81 éramos unos cafres?", se ha preguntado, a lo que él mismo ha respondido: "No, pero la técnica evoluciona, aprendemos de esa técnica y año tras año vamos reduciendo los accidentes".
Andrés Cortabitarte, que la próxima semana volverá a comparecer en la misma comisión de las Corts en calidad de perito en el momento del accidente, ha destacado que "todos los accidentes a posteriori son evitables", porque "de todos los accidentes aprendemos".
Respecto a si una baliza en la curva donde se produjo el siniestro lo hubiera evitado, ha indicado que "si tenemos mucho azúcar en un café será más dulce" y, del mismo modo, "si tenemos más elementos de seguridad en un sitio, tendremos menos accidente". En esta línea, ha señalado que la "solución" que se impuso en septiembre de 2006 fue "poner más balizas".
No obstante, ha hecho hincapié en que por la curva entre las estaciones Plaza de España y Jesús de la Línea 1 de Metrovalencia habían pasado "dos millones de trenes sin ningún tipo de incidencia", por lo que "no era previsible" un accidente. "No me cabe en la cabeza que si un accidente es evitable alguien no ponga los métodos para evitarlo", ha apostillado.
Según ha dicho, "con una baliza, produciendo una infraestructura y a 40 kilómetros por hora habríamos evitado el accidente 100 por cien", pero ha insistido en que "bajo ningún concepto era previsible". Además, ha dicho que una baliza "puede fallar", aunque "la casuística de fallos es baja".
A su juicio, "la seguridad total sí que existe, pero sería superlativamente cara" y supondría "no tener nada en movimiento", por lo que en el caso de los transportes "la seguridad total es imposible", y "no habría contribuyentes para pagarla". "Hay que buscar el compromiso entre lo que queremos gastar y lo que podemos gastar", ha manifestado.
En cuanto a los sistemas de frenado, ha explicado que el Asfa "replica en cabina las señales", de forma que "es una ayuda a la conducción; mitiga una parte del fallo humano", mientras que el FAP "no solamente hace eso, sino que permite un control continuo de acuerdo con las indicaciones de las señales".
Preguntado por los diputados por la seguridad del sistema FAP, ha señalado que "claro que es mejorable", pero ha indicado que "en aquella época se consideró que la capacidad de las balizas instaladas era la adecuada". También ha destacado que el FAP "era uno de los sistemas más novedosos y evolucionados".