BARCELONA (EP). Un documento de la Conselleria de Economía de la Generalitat asegura que "una declaración de independencia no implica inmediatamente la creación de una Cataluña independiente ni su continuidad o exclusión de la Unión Europea".
El escrito, enviado a las delegaciones del Govern en el exterior, adelantado por TV3 y recogido por Europa Press, dice que no hay que olvidar que, para que una Cataluña-estado quede fuera de la UE o del euro, España tendría antes que reconocer la independencia, "cosa que no sucederá a corto plazo", reza el documento.
Este es uno de los argumentos que el Govern esgrime para asegurar que "en el periodo de transición" los depósitos de todos los bancos con domicilio fiscal en Cataluña estarán cubiertos por el Fondo de Garantía de Depósitos Español, que cuenta con una garantía europea que los garantiza en su totalidad hasta 100.000 euros por depositante y entidad financiera.
"Los depósitos de todas las entidades de Cataluña están, por tanto, plenamente garantizados. El Banco Central Europeo es (y continuará siendo) el supervisor único del sistema financiero europeo, incluido el catalán, y aportará toda la liquidez que sea necesaria hacia estos bancos", sostiene el documento.
Cree que "lo más probable y deseable es la permanencia de una Cataluña-estado en la UE, bien de manera automática o después de un proceso de negociación simplificado" pero que, en el improbable caso de exclusión de la UE -dice literalmente-, el euro estaría garantizado porque cualquier país del mundo puede utilizar la moneda que considere adecuada.
Recuerda que diversos países del mundo utilizan el euro sin estar dentro de la Unión Europea -mediante un acuerdo monetario o de manera unilateral- y "en este escenario, la mejor opción para Cataluña sería firmar un acuerdo monetario con la UE, la aprobación del cual no requeriría unanimidad y, por tanto, España no podría vetarlo".
El documento también hace mención a las decisiones del Banco Sabadell y de Caixabank de trasladar sus sedes sociales fuera de Cataluña, que considera que "son legítimas y responden principalmente a la voluntad de evitar fugas de depósitos no catalanes y de tranquilizar a sus accionistas".
Eso sí, el texto también recoge que esta decisión "puede responder a un deseo/intento de hacer presión política hacia el Govern de Cataluña para evitar una declaración de independencia, así como también a presiones recibidas por parte del Gobierno español".
El documento, enviado a las delegaciones extranjeras de la Generalitat, también dice que "el hecho de no trasladar su sede a Madrid podría significar que es un movimiento transitorio y reversible en el futuro".
Considera, además, que "no hay ningún motivo para que las empresas marchen de Cataluña", ya que asegura que todos los indicadores económicos y las medidas políticas hasta la fecha hacen pensar que las empresas tendrán un marco normativo, económico y laboral mejor en una Cataluña-estado que el que tienen ahora.