VALÈNCIA. La Comissió Ciutat-Port, el colectivo que encabeza la oposición a la ampliación norte del Puerto de Valencia, ha presentado este lunes un informe técnico del ingeniero Pascual Pery que concluye que el dragado del canal de acceso del Puerto de Valencia para aumentar su calado, que prevé la extracción de cerca de 17 millones de metros cúbicos de arena en un área de 350 hectáreas frente al recinto portuario y El Saler, aumentaría la erosión sobre la costa de futuros temporales y supondría un riesgo añadido sobre las playas al sur del Puerto de Valencia.
El profesor Pery ha explicado que la ampliación del calado del canal de acceso aumentaría la fuerza el oleaje y variaría su ángulo de incidencia en unos doce grados, de manera que cambiaría "a peor" el daño de los oleajes. "Eso se debe estudiar para cuantificarlo perfectamente en una DIA porque esto no estaba contemplado en la que está aprobada", dictada en 2007.
Sobre la posibilidad adelantada por este periódico de que el Puerto renuncie al dragado del canal de acceso, el experto ha puesto en duda esta opción porque hay puntos en la entrada a la futura terminal norte de contenedores cuyo calado es de apenas -11 metros. En cualquier caso, ha instado a la Autoridad Portuaria de Valencia (APV) a aclararlo "por escrito".
"El daño sobre las playas del sur debería ser suficiente para que el puerto hable por escrito y se someta a una nueva DIA que no es una traba, sino una norma para garantizar que se hacen bien las cosas", ha manifestado Pascual Pery.
Los nuevos dragados previstos en el anteproyecto constructivo en base al que la APV convocó el concurso para explotar la nueva terminal "suponen un incremento importante en la transformación de dichas playas al sur del Puerto de Valencia que incrementará los efectos perniciosos que éste viene causando desde su construcción al cortar el flujo de arena norte sur, reteniendo al norte las aportaciones que debían recargar estas playas", asegura el informe.
El dragado para ampliar el canal de acceso es uno de los principales cambios en el proyecto original de la nueva terminal de contenedores, que comenzó en 2007 con la concesión de una Declaración de Impacto Ambiental (DIA) con unas condiciones concretas sobre aspectos como el dragado que en la anteproyecto constructivo presentado el año pasado para terminar la parte pendiente son "muy diferentes".
Sin embargo, este estudio técnico también analiza los efectos medioambientales de otras modificaciones como el cambio de ubicación del muelle, la prolongación en 500 metros del dique del este o la demolición de algunos diques existentes que, a juicio del autor del trabajo, también justifican la realización de una nueva evaluación ambiental.
El informe incide en que la previsión del proyecto original era dragar el canal de acceso a la nueva dársena a -18 metros y la dársena a -17,5metros, "sin afectar al actual canal de acceso a la Dársena Sur ya que tenía este mismo calado". Sin embargo, en el nuevo anteproyecto se amplía el área del dragado hasta 350 hectáreas y una cota de -22,5 metros para permitir la navegabilidad de buques de hasta 24.000 TEU.
Con ello, el volumen de dragados se elevaría por encima de 20 millones de metros cúbicos de arena, un material con el que el Puerto cuenta para poder rellenar la explanada de 138 hectáreas del nuevo es más de14 veces superior a los 1,5 millones de metros cúbicos expresamente autorizados en la DIA 2007.
Según el informe, este dragado "en mar abierto" genera una zanja de unos 1.200 metros de anchura en dirección perpendicular a la de los oleajes más frecuentes, "modificando de forma importante las condiciones de propagación del oleaje incidente en las playas de Pinedo y de El Saler".
Al respecto, los gestores del Puerto siempre han sostenido que las obras pendientes no cambian los efectos de la difracción del oleaje porque se producen dentro de los límites de los diques ya construidos, mientras que el dragado del canal de acceso no estaría sometido a la obligación de una nueva DIA ordinaria a la luz de la una excepcionalidad recogida en la Ley de Puertos.
"Más importantes que la difracción y de mayor impacto en cómo se propaga el oleaje son los fenómenos de refracción –cambio de dirección–, celeridad –velocidad– de la ola y superalte –incremento de altura–, todos ellos directamente relacionados con las profundidades de los fondos que recorre el oleaje, efectos que se prolongan a mucha más distancia llegando hasta la misma playa", replica el estudio.
La prolongación del dique este exterior en 500 metros que se propone en el anteproyecto sobre el que se ha convocado el concurso para construir y explotar la terminal también "modificará totalmente el régimen del oleaje en el entorno del puerto", según el estudio.
Sin embargo, esta es una de las modificaciones del proyecto que la APV se plantea no llevar finalmente al proyecto constructivo definitivo.
Por su parte, Antonio Montiel, abogado de esta plataforma integrada por las entidades Per l’Horta, Acció Ecologista-Agró, Ecologistas en Acción o la Associació de Veïns i Veïnes de Natzaret, ha manifestado que se mantienen a la espera de que la APV conteste a sus alegaciones y, en base a la solvencia técnica y jurídica de la respuesta, se plantearán posibles acciones legales.
El profesor Pascual Pery Paredes es catedrático de Explotación de Puertos en la Escuela de Caminos de la Universidad Politécnica de Madrid (2003) y entre 1965 y 1994 ocupó diferentes puestos en la administración portuaria española como la Dirección General de Puertos y Costas del Ministerio de Obras Públicas entre 1980 y 1982.
Además, fue concejal del Ayuntamiento de Valencia y Delegado del Ministerio de Obras Públicas en Las Palmas. Actualmente está retirado de la actividad profesional y ostenta la vicepresidencia del Comité de Asuntos Marítimos del Instituto de la Ingeniería de España.
Según asegura la Comissió Ciutat-Port, la realización de este estudio por parte del experto es desinteresada y por iniciativa propia. La Comissió la ha recogido en sus alegaciones contra proyecto de ampliación norte para responder a la petición de los gestores de la APV de circunscribir el debate al plano técnico, no político.