A lo largo del libro, que sale a la venta el 16 de noviembre, se encuadra el Patronato de Protección a la Mujer en un contexto y un espacio temporal determinados, centrado geográficamente en el territorio de la Comunitat Valenciana entre 1941 y 1985
VALÈNCIA (EP). Indignas hijas de su Patria. Crónicas del Patronato de Protección a la Mujer en el País Valencià es el título del libro que, fruto del proceso de investigación de las periodistas Marta García Carbonell y María Palau Galdón, saca a la luz datos y testimonios del que fue un "instrumento del régimen franquista" de control de las mujeres consideradas "extraviadas según la moral impuesta por la dictadura".
El objetivo del volumen es iniciar "un proceso sanador" propiciando que afloren los testimonios en torno a esta realidad aún en sombras. Así, la obra --que se publica tras ganar el proyecto la Beca Josep Torrent de Periodisme d'Investigació 2021 otorgada por la Unió de Periodistes Valencians y la Institució Alfons el Magnànim-- bucea en la trayectoria de una institución creada el 6 de noviembre de 1941 (justo este lunes se cumplen 82 años) y que, pese a no haberse extinguido hasta 1985, constituye aún un episodio poco difundido.
De hecho, las autoras recuerdan que supieron de su existencia casi por casualidad, cuando, siendo alumnas del último curso de Periodismo, entrevistaron a las historiadoras Vicenta Verdugo y Mélanie Ibáñez con motivo de un reportaje sobre la cárcel de mujeres que albergó el convento de Santa Clara. En esa charla, se nombró al Patronato de Protección a la Mujer, que internaba a las jóvenes que se consideraba que estaban en el camino de ser unas "extraviadas". "Sobre el papel, la idea es alejar a las menores de edad de la prostitución clandestina, pero en la práctica este brazo ejecutor del régimen acaba llegando a todos los rincones y a muchas mujeres que eran encerradas en conventos en contra de su voluntad por motivos muy diversos, desde llevar la falda corta a ir con un chico de la mano por la calle o, incluso, haber sido violadas. Los motivos de internamiento eran muchísimos y poco o nada tenían que ver con la prostitución", aseveran las autoras en una entrevista concedida a Europa Press.
De este modo, se encerraba a aquellas mujeres que "pudiesen resultar peligrosas, no solo para ellas, sino también peligrosas para las demás, como elementos contaminados y contaminantes, que había que aislar y castigar", añaden. Por ello, las periodistas han ubicado los numerosos centros pertenecientes o adscritos al Patronato de Protección a la Mujer que funcionaron en la región, como el Centro del Corazón de María (Alaquàs), las Oblatas de Benicàssim y Alacant, Villa Teresita (Godella), la Casa Familia Sagrado Corazón (València), el Hogar Nuestra Señora de los Desamparados (València) o los conventos de las monjas Adoratrices en las ciudades de València y Alicante.
Aparte de trazar ese itinerario, otro de los hallazgos del trabajo, comentan Palau y García, es poder contribuir a que mujeres que habían permanecido calladas hasta ahora y que "ni siquiera eran conscientes de que su experiencia traumática había ocurrido a través del Patronato" empiecen a atreverse a contar su historia. "Se están encontrando entre ellas y nosotras lo que pretendemos es hacer de nexo entre esa mujer que todavía no ha revelado su historia y muchas otras, ya que hablamos de miles en el Estado español".
Cuando se les plantea por qué persiste el temor a hablar de temas relacionados con la dictadura, Palau responde rotunda: "Si el franquismo utilizó una herramienta casi a la perfección, como un crimen casi perfecto, fue la imposición general del miedo". Frente a esto, subrayan, "hacer justicia y reparación es el objeto de la memoria histórica" y las jóvenes se interesan por estas cuestiones, entre otras razones, porque, a diferencia de sus antepasados, no han sentido ese miedo. "No es un relevo generacional, pero sí toca ahora que las nuevas generaciones hablan de estos temas", apostilla García.
Y también, agregan, gracias al trabajo previo de especialistas que han comenzado a indagar. De hecho, el libro, cuyo prólogo ha realizado la profesora y escritora Esther López Barceló, es posible, entre otras, a expertas como la profesora Carmen Guillén --autora de la tesis 'El Patronato de Protección a la Mujer: prostitución, moralidad e intervención estatal durante el franquismo'--, la especialista Lucía Prieto o Consuelo García del Cid, testigo y superviviente directa del Patronato, además de investigadora. En este punto, Palau y García reflexionan sobre el hecho de que "hay mujeres y hombres hablando de varones represaliados, pero hay muy pocos hombres hablando de mujeres represaliadas".
Y continúan: "A nosotras nos interpela y nos remueve porque, aunque no fue el caso de nuestras abuelas o nuestras madres, por edad lo podía haber sido, y queremos aportar un poquito a esa construcción de la memoria histórica y democrática". Finalmente, sobre el futuro del proceso de recuperación de la memoria histórica, ambas autoras se muestra convencidas de que seguirá "porque siempre se ha hecho". En los últimos años, señalan, "se ha conseguido traspasar al espacio público en el sentido de lograr ocupar la agenda institucional y mediática y obtener ayudas públicas". Tras el cambio de criterio en algunos gobiernos e instituciones, "se pueden perder esas ayudas, pero eso no quiere decir que la memoria histórica vaya a desaparecer", concluyen.