VALÈNCIA. El parque de vivienda en manos del Ayuntamiento de València sigue con buena parte de los inmuebles en desuso. Más de cuatro de cada diez se encuentran vacías pese al crecimiento de las listas de espera para un alquiler social. Una infrautilización motivada en buena parte por el estado de degradación en el que todavía están muchos inmuebles en el barrio del Cabanyal tras las expropiaciones del anterior gobierno municipal y que siguen sin rehabilitarse.
Así lo demuestran los datos entregados por la concejalía de Vivienda, según los cuales 175 de las 398 viviendas municipales siguen vacías. O lo que es lo mismo: el 44% de los inmuebles propiedad del Ayuntamiento de València se encuentra en esta situación, a la espera de ser arrendados, muchos de ellos previamente rehabilitados.
Los datos aportados por el equipo de gobierno como respuesta a preguntas del grupo municipal de Ciudadanos el pasado 22 de diciembre se refieren al parque que es propiedad del consistorio. Esto es, que no tienen en cuenta las viviendas que gestiona la empresa municipal Aumsa, dedicadas al alquiler asequible y no al alquiler social -dos fórmulas con diferentes condiciones de arrendamiento-.
Los inmuebles dependen de diferentes concejalías dependientes de la edil Isa Lozano. La de Vivienda ostenta 149 viviendas del total, que dedica al alquiler, de las cuales 68 están sin arrendar, si bien 34 están incluidas en diferentes programas de rehabilitación. La de Servicios Sociales cuenta con otras 155 viviendas, la mayoría de ellas alquiladas, pero con 24 aún baldías. Y Patrimonio, con 85 viviendas todas ellas sin un uso definido.
El gobierno local también ofrece datos sobre la ubicación de sus inmuebles. De los casi cuatro centenares, casi la mitad -183- están emplazados en los Poblados Marítimos, distrito en el que se encuentra el barrio del Cabanyal-Canyamelar, donde el consistorio se hizo con muchos inmuebles con el plan de reforma previsto por la anterior alcaldesa, Rita Barberá. De ellos, 83 pisos y casas pertenecen a Patrimonio y, por ende, están vacías. Hay más en este estado pero se desconoce la cuantía dado que el Ayuntamiento no lo desglosa.
Por otro lado, las cifras del gobierno municipal incluyen otras 9 viviendas que son propiedad del consistorio y pertenecen al departamento de Cooperación al Desarrollo y Migración, del que se encarga la concejala socialista Maite Ibáñez. En este caso, todas ellas están "en uso".
Ante los datos ofrecidos por el equipo de gobierno, el portavoz de Ciudadanos, Fernando Giner, lamentó que el ejecutivo local "no haya sido capaz de gestionar y sacar partido a las viviendas que tiene en propiedad en el barrio del Cabanyal". "Han pasado ya muchos años desde su adquisición, y no entendemos cómo es posible que este gobierno se esté permitiendo el lujo de tener 85 viviendas inhabitables en un barrio cuando existe una lista de espera de más de 2.000 personas para poder acceder a una vivienda pública", lamentó Giner.
“La falta de vivienda en esta ciudad es un problema muy grave, pero no vemos que el gobierno de Ribó esté haciendo todos los avances que debería para desatascarlo", aseguró el portavoz de la formación naranja, quien quiso recordar que "de las grandes promociones públicas no vamos a ver ni una sola vivienda antes de que acabe la legislatura". “O sea, que no son capaces de construir nuevas viviendas y las que tienen tampoco las rentabilizan”, recalcó.
Por ello, calificó el parque público de vivienda de València como "totalmente deficitario", y explicó que la lista de espera para acceder a una vivienda del Ayuntamiento era de 2.516 personas en junio de 2022. "Y el problema también es para los vecinos del barrio, que tienen que convivir con casi un centenar de viviendas tapidas, en mal estado o incluso en riesgo de ruina inminente. Esto, desde luego, tampoco ayuda a la regeneración y renovación del barrio que tanto nos quieren vender", concluyó.
Este jueves, la portavoz del PP, María José Catalá criticó duramente también los datos: “El Ayuntamiento tiene 175 viviendas municipales vacías, mientras que hay familias enteras que viven en chabolas sin agua ni luz". Así, tras su visita a la Asociación Divina Misericordia y su trabajo de ayuda a las personas sin hogar, acusó a PSPV y Compromís de tener "una estrategia auténticamente fallida para las personas sin hogar" y de querer esconder la "realidad de la pobreza".
La portavoz del PP consideró un "fracaso" la política social y de vivienda del consistorio y advirtió que el indicador AROPE que señala el riesgo de pobreza y/o exclusión social muestra cómo el índice de pobreza en menores de 16 años se ha aumentado en 5 puntos en un año en la ciudad de Valencia. “En 2019, el índice era de 28,8% y en 2020, de 33,8%. 2,6 puntos por encima de la media nacional. Después de la pandemia y con la crisis económica que estamos viviendo esos indicadores empeorarán y no nos podemos quedar de brazos cruzados”, señaló.