El presidente de la Unió de Periodistes, entre los comparecientes en la comisión, expone en les Corts el informe 'Un model per a la comunicació audiovisual valenciana'
VALENCIA. "Una televisión austera, pero no cutre". Una televisión en valenciano, "que no nos hace aldeanos". Un libro de estilo, noticias subtituladas o un Consejo de informativos son algunas de las múltiples propuestas que se plantearon el jueves en la Comisión de Radiotelevisión Valenciana y del Espacio Audiovisual en les Corts.
Por la sala de comisiones pasaron el presidente de Escola Valenciana, Vicent Moreno Baixauli; el periodista y productor Josep Ramon Lluch; el presidente de la Unió de Periodistes, Sergi Pitarch, el catedrático de Comunicación en la UJI, Frederic Chaume, y el exdirector de informativos de RTVE, Fran Llorente.
Cada experto planteó a los miembros de la comisión sus propuestas para una nueva RTVV, en la que se encontraron numerosos lugares comunes como la necesidad de un defensor del espectador, que el valenciano sea la lengua vehicular en la que se emita, la importancia de la independencia profesional...
El presidente de la Unió de Periodistes Valencians, Sergi Pitarch, defendió una televisión adaptada a los nuevos tiempos, donde un consejo de comunicación de 7 miembros -4 elegidos por Les Corts y 3 por la sociedad civil- elija al director general para poner "contrapesos al control político", y donde haya órganos de control interno. Pitarch sintetizó en su intervención los contenidos del informe 'Un model per a la comunicació audiovisual valenciana' elaborado por la Unió de Periodistes.
Explicó el presidente de la Unió que "la intención de este documento es suscitar debate" desde la base de la información como derecho. En este documento se plantea la creación de una Agencia Valenciana de Noticias, un organismo de titularidad pública, dentro de la Corporación Valenciana de Medios Públicos, que se encargaría tanto de abastecer de noticias al futuro ente audiovisual como a los medios privados, lo que supondría una forma de obtener ingresos.
El informe también prevé, según explicó Pitarch, la creación del Consell Valencià de la Comunicació como un organismo que garantice la independencia y máximo regulador del sistema comunicativo valenciano. Este órgano tendría competencias plenas para repartir las licencias de televisión y radio, así como capacidad sancionadora. Este Consell sería la figura equivalente al Consell de l’Audiovisual de la Comunitat Valenciana, que figura en el Estatut de autonomía, pero que no ha llegado a desarrollarse.
Pitarch explicó que se pretende que la nueva televisión sea nativa digital y que cuente con un portal web que albergue todos los contenidos 'a la carta'. Respecto a la financiación, el informe de la Unió baraja que se haga a cargo de los Presupuestos de la Generalitat, comercializando contenidos, a través de la publicidad y patrocinios e incluso se plantea la posibilidad de instaurar un canon -similar al de la factura del agua-. "Una televisión austera, pero no cutre", apuntó.
Sobre una de las cuestiones más polémicas que envuelven al nuevo entre, la plantilla, Pitarch expuso que en el nuevo proceso de selección, una vez superado el examen, se tenga en cuenta la antigüedad de los extrabajadores, sin que ello suponga impedir nuevas incorporaciones a la futura RTVV.
En la misma línea habló el periodista y productor Jose Ramón Lluch, quien instó a que la nueva RTVV sea "valiente" y "plural" y cuente con un presupuesto "razonable", para disponer de una cadena "austera, pero no miserable" o de bajo coste. Pidió que "no se encargue lo que no se pueda pagar" y una RTVV "que vuelva a ser querida por los valencianos y capaz de conectar con la gente mayor y los jóvenes". Respecto a las cuentas, explicó que el objetivo de una televisión pública "no tiene que ser dar beneficios". "El debate plural, la información de calidad… es algo impagable", concluyó Lluch.
Por su parte, el catedrático de Traducción e Interpretación de la Universidad Jaume I de Castellón, Frederic Chaume, reivindicó una televisión moderna, didáctica, "que nos ayude a aprender cultura y lengua", tanto la autóctona como, si es posible, la extranjera. Defendió asimismo una televisión inclusiva para personas con deficiencias acústicas y visuales.
Durante su turno de intervención, se debatió sobre la posibilidad de subtitular los contenidos de la futura televisión, tanto en valenciano para los informativos -algo indispensable para el catedrático- como los contenidos de ficción, cuyo coste, aseguró es "minoritario" gracias a las plataformas digitales. Respecto al doblaje de los contenidos como series o películas, se apuntó a que el coste en este caso sería mayor, pero se planteó que podrían realizarse planes trienales, lo que supondría un beneficio para el debilitado sector del doblaje en el panorama actual valenciano. Del mismo modo, se apuntó a que en la plantilla deberían integrarse lingüistas para corregir el uso del valenciano, que debería ser normativo y homologar los subtítulos.
Durante el último turno de la comisión intervino Fran Llorente, exdirector de informativos de Televisión Española. Llorente manifestó que es esencial un Comité del Audiovisual independiente, con capacidad sancionadora y de vigilancia. El exdirector de informativos trasladó su experiencia en la televisión pública nacional y explicó que es necesario un consejo de informativos fuerte, "garantía de independencia" y cuyas decisiones sean vinculantes -no como sucede en TVE, lo cual lamentó-. Los miembros de este consejo deberían ser elegidos por la redacción y contarían con capacidad de denuncia pública. En cuestión de financiación, apuntó que "la independencia económica se traduce en independencia informativa" por lo que planteó la búsqueda de un modelo sostenible, con contratos-programa plurianuales.
Para la presidencia del ente, explicó que debe haber un concurso público de méritos, que además vaya acompañado de un proyecto para la radiotelevisión (y los contenidos digitales). Llorente destacó además la brecha generacional en el público actual, que se traduce en dos formas bien diferenciadas de consumir contenidos: en la televisión y en formato digital ('a la carta'). "El reto es construir una estructura global; generar unos mismos contenidos pero adaptarlos a las distintas plataformas", explicó el exdirector de informativos. "La televisión pública no debe verse como un gasto, sino como una inversión cultural y social", concluyó.