VALÈNCIA. La decisión del Gobierno del Reino Unido de apartar a Huawei de sus redes 5G sería el resultado de la presión ejercida por Estados Unidos, por lo que serían motivos políticos y no de carácter técnico los que estarían detrás de esta decisión, según sostiene la investigación del periodista, cineasta y escritor Richard Kerbaj, que plasma en el libro ‘The secret history of the Five Eyes: The untold story of the international spy network’ (‘La historia secreta de los Cinco Ojos: La historia no contada de la red internacional de espionaje’), publicado por Blink.
El periódico ‘The Sunday Times’ publico un extracto de este libro que ahonda en los entresijos de las organizaciones de inteligencia de Estados Unidos, Gran Bretaña, Australia, Canadá y Nueva Zelanda (la alianza conocida como los Five Eyex -Cinco Ojos-), a través de testimonios de funcionarios y líderes mundiales.
Narra la reunión que habría mantenido en mayo de 2019 una delegación de la Casa Blanca, encabezada por Matthew Pottinger, director del Consejo de Seguridad Nacional sobre Asia, con miembros del GCHQ (Government Communications Headquarters, uno de los tres servicios de inteligencia del Reino Unido). “Su misión era oponerse a un plan británico que permitiría a Huawei un acceso limitado para ayudar a construir la red 5G de del país”, señala. Kerbaj explica que la decisión del Gobierno británico de establecer relación con Huawei se basaba en las recomendaciones de Ciaran Martin, entonces responsable del Centro Nacional de Seguridad Cibernética del GCHQ, cuyo equipo había realizado evaluaciones detalladas de inteligencia y tecnología.
Asegura que un funcionario de la inteligencia británica sostiene que en la reunión "Pottinger se limitó a gritar y se mostró totalmente desinteresado por el análisis técnico del Reino Unido”, limitándose a expresar su desaprobación al plan británico. Añade que sir Kim Darroch, que fue asesor de seguridad nacional británico antes de convertirse en embajador del Reino Unido en Estados Unidos a principios de 2016, afirma que la delegación estadounidense "no tenía realmente ningún argumento técnico convincente que socavara el caso de GCHQ... El encuentro puso de manifiesto que el caso de Estados Unidos era realmente político, no técnico. Así que GCHQ se mantuvo en sus trece y, en un principio, también lo hizo la primera ministra (Theresa May)".
Según manifiesta Richard Kerbaj en su libro, la advertencia para el Reino Unido era clara: mantener la relación con Huawei pondría en riesgo su lugar en los ‘Cinco Ojos’. “La CIA trató de desacreditar la posición del Reino Unido sobre Huawei a los ojos de sus aliados europeos”, sostiene.
El mismo mes de la reunión, el entonces presidente de Estados Unidos, Donald Trump, dio la orden de prohibir a las empresas chinas, incluida Huawei, la venta de equipos en el país, debido a lo que calificó como "riesgo indebido de sabotaje" y a los "efectos catastróficos" en los sistemas e infraestructuras de comunicaciones.
Dos meses después, Ciaran Martin y el asesor de seguridad nacional británico, Mark Sedwill, se reunieron con funcionarios estadounidenses en la Casa Blanca. Entre ellos estarían presentes Pottinger y John Bolton, el último asesor de seguridad nacional de Trump. En aquellos momentos, el recién elegido presidente británico, Boris Johnson, apoyaba las recomendaciones de Martin para establecer acuerdos y, en enero de 2020, concedió a la compañía china una aprobación limitada para construir la red 5G. Sin embargo, las nuevas sanciones impuestas en mayo de 2020 para prohibir la utilización de Huawei de chips de fabricación estadounidense en sus equipos forzaron a Johnson a vetar a Huawei en Gran Bretaña. Esta fue una decisión que, según Kerbaj, supondría retrasar el despliegue del 5G en el país hasta tres años, con un coste de al menos 2.000 millones de libras por la retirada de los equipos 5G de Huawei de sus redes antes de 2027.