El proyecto, liderado por el catedrático de Fisiología de la UCV Javier Romero, cuenta con una ayuda de 173.000 euros del Programa Prometeo a Grupos de Investigación de Excelencia
VALENCIA. El proyecto de investigación biomédica Exosomas, autofagia y estrés oxidativo en la progresión de la ceguera, liderado por Javier Romero, catedrático de Fisiología de la Universidad Católica de Valencia San Vicente Mártir (UCV), ha recibido la aprobación y máxima calificación -excelente- de la Agència Valenciana d'Avaluació i Prospectiva (AVAP).
Para la realización del proyecto de cuatro años de duración, la Conselleria de Educación ha concedido una ayuda de 173.000 euros, dentro de su Programa Prometeo de Ayudas a Grupos de Investigación de Excelencia.
El proyecto del Grupo de Investigación en Neurobiología y Neurofisiología de la UCV -un equipo multidisciplinar compuesto por médicos, biólogos, farmacéuticos y químicos-, pretende esclarecer los mecanismos moleculares y celulares que hacen progresar la ceguera en enfermedades de la retina tan prevalentes en la población española como la degeneración macular asociada a la edad.
En su evaluación científica, el organismo autonómico, que ha dado su máxima calificación, apunta a que los resultados del proyecto podrían ayudar “a una mejor comprensión de los mecanismos celulares de enfermedades de la retina relacionadas con el estrés oxidativo”.
“Además, se pretende encontrar en sangre circulante exosomas procedentes del epitelio pigmentario de la retina y de otros tipos celulares retinianos, lo que podría ser una herramienta muy útil para el diagnóstico temprano de la degeneración macular y otras enfermedades que causan ceguera. Ello podría ayudar a mejorar la calidad de vida en personas de edad avanzada”, indican desde la AVAP.
En cuanto al impacto científico y técnico a nivel internacional, los expertos de la agencia valenciana aseguran que en caso de verificarse la hipótesis planteada y obtenerse resultados favorables, la investigación de la UCV permitiría un diagnóstico “muy precoz” que haría posible atacar la enfermedad antes de llegar a la ceguera.
Este reconocimiento de la Conselleria “ratifica la búsqueda de la excelencia en el ámbito investigador universitario” de la UCV, según el catedrático de Fisiología. Asimismo, asegura que para los miembros del grupo investigador, su “primera prioridad” es devolver a la sociedad “lo mejor de sus capacidades”.
Entre las líneaS de investigación de los miembros del grupo destacan el estudio de los mecanismos oxidativos en la fisiología celular (Jorge Barcia y Javier Sancho-Pelluz), así como el desarrollo de la capacidad antioxidante de compuestos químicos, potencialmente con poder terapéutico (Gloria Castellano).
Los mecanismos de comunicación entre las células de la retina están mediados, entre otros, por los exosomas, unas microvesículas liberadas por las células y que transportan material que puede afectar a la función de las células sobre las que actúan. Más aún, estas partículas pueden circular por la sangre y transmitir información a otras células a distancia de su lugar de producción, hecho muy estudiado en los mecanismos de la propagación del cáncer.
De este modo, dichas partículas pueden convertirse en marcadores “muy asequibles” para el diagnóstico y monitorización de las enfermedades que pueden causar la ceguera, según expone Romero.
A fecha de hoy no existen en el mundo más que un par de equipos de investigación estudiando los exosomas en relación a las enfermedades de la retina, recuerda el investigador de la UCV: “La ceguera es una de las discapacidades sobrevenidas más temidas y el porcentaje de la población mayor que sufre enfermedades como la degeneración macular aumenta constantemente”.
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