Una técnica innovadora para tratar los trastornos mentales comienza a manejarse en València

VALÈNCIA. El pasado 17, 18, 19 y 20 de noviembre tuvo lugar el primer curso intensivo a nivel nacional de formación en las técnicas de Estimulación Magnética Transcraneal (EMT) y la Estimulación Transcraneal por Corriente Directa (tDCS) en el hospital La Salud de València. “Somos el primer hospital en todo el arco mediterráneo en utilizar estas técnicas para el tratamiento específico de trastornos mentales como la depresión, la ansiedad, y ahora también el TOC (Trastorno Obsesivo Compulsivo) y trastornos adictivos”, cuenta el psiquiatra Alejandro Fuertes Saiz. 

La técnica se basa en lanzar impulsos electromagnéticos de determinada frecuencia para que modulen la actividad de la corteza cerebral, que está conectada con circuitos cerebrales. En pacientes con un trastorno mental, algunos circuitos no funcionan adecuadamente, y de esta manera, los impulsos se encargan de modificar el funcionamiento de los mismos.  

“En cada caso te centras sobre un área u otra, con una estimulación en una parte muy concreta, por lo que los efectos secundarios son muy pocos: molestias o dolor de cabeza. Tiene ventajas en comparación con la aplicación de fármacos, que afectan a todos los receptores del cuerpo, desde los cerebrales a los que se encuentran en el sistema digestivo”, explica Fuertes a Valencia Plaza.

Como en el resto de los tratamientos psiquiátricos, se inducen cambios en el funcionamiento del organismo para que el cuerpo adquiera este hábito. “Cuando acaba el protocolo de inducción, se mantiene un contacto estrecho y directo de un año con el paciente para observar el desarrollo del trastorno, y evitar así una recidiva”.

Aunque los cambios en el funcionamiento cerebral sean a largo plazo, se puede dar una recaída. “El contexto externo puede generar un episodio de estrés”.  No obstante, son muchas las salidas a los trastornos mentales, y en los casos más complicados, una combinación integral con fármacos y psicoterapia puede ser la solución. “A medida que se vayan conociendo estas terapias se irán remitiendo desde psicología”. 

Este método innovador se utiliza sobre casos refractarios y complejos. Sin embargo, los resultados están siendo positivos y las tasas de respuesta son muy altas. En los ensayos clínicos, 1 de cada 2 pacientes diagnosticados de depresión ha informado de una mejoría significativa y 1 de cada 3 pacientes están completamente libres de síntomas de depresión tras seis semanas. El tratamiento ya ha sido certificado por la comunidad europea, según el psiquiatra.

El objetivo del curso es difundir estas técnicas, también entre residentes y adjuntos, y conseguir que se acepte como un proceso más. “Lo que vemos como el futuro aquí, es el presente en países como Estados Unidos. Allí ha tenido una gran acogida, y a nivel europeo también se está integrando”. Además de en psiquiatría, esta tecnología se utiliza en neurología y neurofisiología, en la rehabilitación de ictus o el tratamiento de migrañas. “Haremos más ediciones, el curso ha tenido mucho éxito”.

La salud mental, a la orden del día

La pandemia ha dejado datos alarmantes respecto a la salud mental de la población española. “Los casos de trastornos adaptativos se han incrementado muchísimo. A partir de problema muy concretos, han aparecido trastornos depresivos o ansioso-depresivos. Estamos hablando de una ola enorme de trastornos mentales”.

Tal y como razona el doctor Fuertes, el aislamiento social no ha beneficiado a aquellas personas que necesitan estimulación y actividad; pero igualmente, los problemas laborales y económicos, la difícil convivencia con familiares en muchos casos, o incluso, las muertes cercanas o ingresos traumáticos por coronavirus han marcado a la población. 

“En España invertimos poco en el campo de la investigación. Y la salud mental tampoco forma parte de la cartera de servicios en los hospitales públicos. Por una cuestión de tiempo y espacio, no se puede realizar una correcta prevención en este campo. El sistema está saturado, y como faltan profesionales de la salud mental hemos de priorizar los casos más graves”.