VALÈNCIA (EFE). La Unió de Llauradors i Ramaders ha augurado un 2022 "aún más caliente en calles y carreteras" para mantener un tejido profesional para el futuro en el sector agrario valenciano.
Las crecientes importaciones procedentes de terceros países que hunden los precios de las producciones valencianas, la amenaza y lucha contra las plagas importadas, la subida de los costes de producción, la nueva PAC y una Ley de la Cadena Alimentaria "insuficiente" han marcado el año 2021, según el análisis elaborado por LA UNIÓ de Llauradors i Ramaders.
Las respuestas de las diferentes Administraciones ante estas cuestiones son, hasta la fecha, escasas o nulas, según La Unió, que recuerda la última protesta realizada el pasado 3 de diciembre entre Favara y Tavernes de la Valldigna, las del sector del arroz en marzo en València o las de julio y septiembre ante el Ministerio de Agricultura en Madrid por un futuro digno para el campo.
Sobre las importaciones, a pesar de los avances y de la presión ejercida, no existe constancia oficial sobre la modificación del acuerdo entre Sudáfrica y la Unión Europea y la posibilidad de introducir cambios para garantizar la seguridad fitosanitaria como el tratamiento de frío, como tampoco hay certificación de que se vayan a considerar a los cítricos como producto sensible a la hora de firmar los tratados comerciales.
La Unió ya alertó hace unas semanas de la "ruinosa" campaña de Navelina, motivada por la competencia inicial con la procedente de Sudáfrica en los lineales de tiendas y supermercados, y en la que las importadoras no compraron naranja española hasta que se agotó la importada desde el hemisferio sur.
La escalada de los costes de producción durante este año ha sido imparable, destaca la organización agraria, que detalla que el encarecimiento de la electricidad contagió al gasóleo agrícola, y a los piensos y los fertilizantes (con una subida del 70 %), que son más de las dos terceras partes de los gastos de agricultores y ganaderos.
Suben también los costes en la lucha contra las plagas en numerosos cultivos ante la eliminación de sustancias activas desde Bruselas que luego se permiten a los productos importados y, por ejemplo, el Cotonet importado de Sudáfrica ha elevado un 55 % los costes de producción y causado pérdidas por valor de más de 200 millones en los cítricos, y los Cotonets otros 50 millones en el caqui, además de los daños por la Xylella en el norte de Alicante.
Sobre la Ley de la Cadena Alimentaria, La Unió ha reclamado a la Generalitat la creación de una Agencia de Información y Control Alimentarios (AICA) autonómica, para dar mayor agilidad y proximidad y permitir un mejor control de los abusos agroalimentarios en la Comunitat Valenciana.
Respecto a la PAC, el enfoque de una PAC más adecuada a las necesidades de los agricultores "se fue al traste" cuando se "olvidaron" de que el dinero de la PAC es de los beneficiarios.
La Unió critica la falta de agilidad de la Generalitat para resolver aspectos que se arrastran desde hace casi tres décadas como es la pinyolà para el sector apícola, o las "cruzadas ideológicas" contra la ganadería y el sector cárnico, como la protagonizada por el ministro de Consumo, Alberto Garzón, y la de la ministra de Transición Ecológica, Teresa Ribera, contra el agua para riego en la Comunitat Valenciana.
El comportamiento meteorológico de este año, marcado por numerosos fenómenos de grave incidencia, ha provocado que las indemnizaciones previstas por los siniestros ocurridos sean muy elevadas en la Comunitat, según La Unió, que pide un cambio de rumbo en las políticas del seguro agrario para anteponer la defensa del sector sobre las cuentas de resultados de las aseguradoras que forman parte de Agroseguro.
La Unió propone que el cambio de modelo energético hacia fuentes renovables en la Comunitat Valenciana se realice respetando los terrenos agrícolas productivos, la actividad agraria, las instalaciones de regadío, las infraestructuras agrarias y el paisaje rural.