VALÈNCIA. El Ayuntamiento de València ya se prepara para reconstruir las dos naves laterales de Tabacalera que fueron derribadas tras la operación urbanística aprobada por el anterior gobierno municipal, dirigido por el PP de Rita Barberá. La concejalía de Urbanismo ya está en disposición de redactar el proyecto para resucitar las edificaciones derruidas en 2007 después de que la justicia anulara en 2016 la operación urbanística y la calificara de "especulativa".
La historia se remonta a principios de siglo cuando, en plena ebullición urbanística del Cap i Casal, el Ayuntamiento de València aprobó una permuta de suelos y edificios con la Inmobiliaria Guadalmedina (Igsa). En 2005, ambas partes firmaron un convenio para el intercambio: la compañía entregaba a la administración la nave central de la Antigua Fábrica de Tabacos y 14 millones de euros y, a cambio, la inmobiliaria recibía un solar municipal en el centro -Plaza América- para un edificio de viviendas y la posibilidad de edificar también a espaldas del conjunto industrial, en las naves posteriores de Tabacalera, que fueron derribadas.
Así pues, en 2007 empezaron a derribarse dichas naves recayentes a la calle trasera Mícer Mascó, y las laterales Naturalista Rafael Cisternes y Naturalista Arévalo Baca. En los solares resultantes de estas últimas se ubicaron sendos parques infantiles, y en la parte trasera, la compañía llegó a construir uno de los dos edificios residenciales mientras que otro solar quedó baldío. Y sigue a día de hoy.
La operación se frustró cuando estaba a medias porque el Tribunal Superior de Justicia de 2016 emitó una sentencia que anulaba el cambio de planeamiento de Tabacalera aprobado por el anterior ejecutivo del Partido Popular. Así pues, con casi todo concluido, la anulación del planeamiento devolvía la situación urbanística a antaño: donde ya vivían familias, sobre el papel volvía a ser suelo industrial y dotacional; donde ya trabajaban unos 1.800 funcionarios consistoriales, en el plano era de nuevo una fábrica de tabacos.
La sentencia dejaba claro que las naves demolidas tenían "valores representativos que merecían ser protegidos", que se había producido "una terminante violación de las normas de protección" con "el único objetivo de generar suelo para una operación especulativa", y que se pretendió "la obtención de importantes plusvalías a costa de bienes protegibles y protegidos". Un fallo arrollador que llegó ya tras la derrota del PP en las urnas y con el gobierno municipal de izquierdas al frente.
El ejecutivo local, cuyo edil de Urbanismo era el socialista Vicent Sarriá, tuvo que aprobar un nuevo planeamiento urbanístico para solucionar el embrollo: devolver la fábrica al uso institucional; los edificios ya construidos por la promotora, al residencial; trasladar los dos parques laterales a la parcela trasera en la que no se había construido y llevar la edificabilidad privada de dicho solar a otro barrio -Penyarroja-. Así, en esta solución, el Ayuntamiento recuperó sobre el planeamiento las naves laterales que habían sido derruidas.
Ahora, tras la aprobación de aquella solución, se busca hacer realidad lo que por el momento está en el plano: volver a erigir las instalaciones derruidas de los laterales de Tabacalera. Para ello, la concejalía de Urbanismo, que ahora dirige la vicealcaldesa Sandra Gómez, ha recogido en los presupuestos de 2022 una partida específica para la redacción del proyecto básico y de ejecución de esta actuación.
Según explican fuentes de la delegación de Gómez, está sobre la mesa la opción de llevar a cabo un concurso de ideas para el diseño de las renovadas construcciones. Es eso o realizar un encargo al uso, como se hace en la gran mayoría de las obras consistoriales. Por ahora, señalan las mismas fuentes, todavía no está decidido, pero la partida presupuestaria es la primera piedra para empezar el proceso.