La UV y la empresa G.A. Torres investigan el fraude alimentario en derivados de la algarroba

VALÈNCIA (EP). La Universitat de València ha firmado un convenio con la empresa G.A. Torres para la investigación de gomas estabilizantes en el campo de la adulteración alimentaria, con el fin de detectar especies adulterantes de la goma garrofín "desconocidas hasta la fecha" y elaborar nuevos métodos para su detección. La investigación supondrá "un avance" en el uso en alimentación de la goma garrofín, uno estabilizante de elevado coste que a veces es sustituido por otras gomas de peor calidad.

Estos estudios se llevarán a cabo en el laboratorio de Biología Molecular del Jardí Botànic de la Universitat de València bajo la dirección del catedrático de botánica Josep A. Rosselló, de una "dilatada experiencia" en el ámbito de la peritación biológica y de la botánica forense, ha destacado la entidad académica en un comunicado.

La algarroba es un fruto de moda del que se extraen numerosos productos derivados como jarabes, licores, cervezas o harinas, pero el uso del garrofín es, con diferencia, el más extendido y valorado en la industria alimentaria. De hecho, todos los días las personas ingieren goma garrofín, la harina resultante de la trituración de las semillas de la algarroba, también llamado estabilizante natural E-410.

De entre el resto de estabilizantes alimentarios, la goma garrofín es la que más popularidad y mejores propiedades posee y la más versátil, lo que se ve reflejado en su coste, que es más elevado que el de otras gomas.

En cuanto a estas gomas, que también se utilizan en alimentación, a pesar de que sus componentes están relacionados químicamente con los de la goma garrofín y son difíciles de diferenciar, no tienen las mismas propiedades en cuanto a su uso alimentario y pueden afectar a las propiedades finales del producto.

El fraude alimentario es un asunto "muy actual" y afecta a numerosos alimentos, especialmente aquellos "muy valorados en el mercado", y periódicamente aparecen noticias relacionadas con la adulteración alimentaria.

Un estudio de este mismo año de la Comisión Europea sobre la autenticidad de especies ha advertido que casi el 50 por ciento del orégano que se vende en Europa "estaría adulterado, incluso se ha detectado adulteración en el comino, la cúrcuma o el azafrán". Recientemente, ha saltado también un aviso sobre fraude en el aceite de oliva.

En este proyecto de colaboración público privada, el equipo del Dr. Josep A. Rosselló trabajará conjuntamente con el personal de G.A. Torres para detectar especies adulterantes de la goma garrofín "desconocidas hasta la fecha" y elaborar nuevos métodos para su detección.