VALÈNCIA (EP). Personal investigador de la Universitat de València (UV) participa en Reduce (Reducing bycatch of threatened megafauna en el east central Atlantic), un proyecto financiado por el programa Horizon Europe de la UE para promover una gestión pesquera más sostenible y reducir la captura incidental de la fauna salvaje marina más amenazada.
Esta iniciativa, que cuenta con 13 socios de cinco países distintos, ayudará a proteger la biodiversidad marina y a promover la sostenibilidad de la pesca europea de larga distancia en el Atlántico centrooriental. El proyecto se ha financiado con unos nueve millones de euros, según ha informado la institución académica en un comunicado.
Cada año mueren unas 70.000 tortugas y 200.000 aves marinas a causa de las capturas accidentales de las flotas pesqueras de la UE. Estos ejemplos, que podrían extenderse a otras especies marinas, "revelan la dimensión real del impacto ambiental que genera el problema de las capturas accidentales, derivado de la interacción entre la flota pesquera y la megafauna marina". La captura incidental de especies amenazadas representa también un problema para el sector pesquero con "graves consecuencias" económicas y legales.
El proyecto Reduce se llevará a cabo de enero de 2024 a diciembre de 2027 y agrupa a tres entidades clave dentro de la UV: la Unidad de Zoología Marina (MZU) del Instituto Cavanilles de Biodiversidad y Biología Evolutiva, el Laboratorio de Procesamiento de Imágenes (IPL) y el Departamento de Estadística e Investigación Operativa de la Facultad de Matemáticas.
David March, investigador distinguido Cidegent en el MZU y jefe del equipo de Spatial Marine Lab, ha explicado que este proyecto "ofrecerá una oportunidad única para evaluar las capturas incidentales de las flotas europeas de larga distancia y desarrollar estrategias innovadoras basadas en la ciencia para mitigar su impacto en megafauna marina".
La investigación de la MZU se dedica a la biología de la conservación y parasitología de los vertebrados marinos, con una amplia experiencia en la evaluación de la salud de los vertebrados marinos y la participación en la planificación espacial y la modelización de hábitats marinos. La participación del MZU también incluye a los investigadores seniors Francisco Javier Aznar y Francisco Montero, así como a los doctorandos Sofia Ten y Greta Jankauskaite.
Verónica Nieves, investigadora distinguida Cidegent en el IPL, ha detallado que el aprendizaje automático tendrá "un papel crucial en la identificación automatizada de especies de captura accidental a partir de imágenes y aborda las limitaciones que han persistido con las técnicas actuales".
El IPL está comprometido a nivel mundial a avanzar en las técnicas de análisis de datos para abordar los retos de la teledetección y la geociencia. El grupo AI4OCEANS del IPL, encabezado por Nieves, tendrá el papel fundamental del análisis transversal de productos de datos mediante herramientas de IA de vanguardia para la captura accidental y la armonización de datos.
David Conesa y Antonio López-Quilez, catedráticos del Departamento de Estadística e Investigación Operativa, forman parte de varios proyectos nacionales e internacionales dedicados al uso de modelos jerárquicos Bayesianos espaciotemporales que tienen en cuenta la autocorrelación intrínseca de datos espaciales.
Las aplicaciones de su trabajo han tenido resultados relevantes en áreas como la gestión del uso del suelo, el mapeo de enfermedades, la gentrificación, la distribución de especies y el maltrato infantil, entre otras muchas. "La identificación de las especies de captura accidental se realizará mediante modelos jerárquicos Bayesianos espaciotemporales que tengan en cuenta la autocorrelación intrínseca de la distribución de las especies", ha precisado Conesa.
Las capturas accidentales pueden representar hasta el 40% del total de las capturas pesqueras y a nivel mundial alcanzan hasta 38 millones de toneladas descartadas al año. Este volumen de capturas accidentales altera la cadena alimentaria oceánica y puede suponer una amenaza para la supervivencia de especies que ya están bajo la presión de otras actividades humanas.
Varias normativas nacionales e internacionales comparten un objetivo, que también aparece en la Estrategia de Biodiversidad de la UE: hacer compatible la pesca con las medidas de protección del medio ambiente para conservar las especies marinas amenazadas.
El proyecto Reduce se centrará específicamente en desarrollar y probar nuevas tecnologías y estrategias de gestión para una mejor evaluación, seguimiento y reducción de las capturas accidentales de aves, tortugas, cetáceos, tiburones y manadas en la flota pesquera europea de larga distancia de arrastre, cerco y palangre, que operan en aguas del océano Atlántico desde las costas de la península Ibérica hasta Macaronesia y el golfo de Guinea.