Hoy es 6 de octubre
La 34 edición de la Mostra de València-Cinema del Mediterrani dio comienzo el jueves con su gala inaugural celebrada en el Teatro Principal de València. La cineasta Liliana Cavani recibió la Palmera de Honor del festival
VALÈNCIA. En una sala a oscuras y con la mirada fija, ésta vez, en una única pantalla, nuestra mente se traslada a lugares lejanos, vivimos otras vidas, descubrimos historias, sentimos a través de otros... Es la magia del cine, que dicen los cursis, su capacidad para evadirnos de la realidad. Y también, paradójicamente, el cine es una herramienta tremendamente útil para mostrarnos la realidad que nos rodea y a la que a veces no prestamos atención, para denunciarla si es necesario.
En la ficción siempre hay mucha verdad. Por todo esto, quizás ahora sea el momento más propicio para ir al cine y la Mostra de València-Cinema del Mediterrani llega justo a tiempo.
El pasado jueves se celebró la gala inaugural con la que da comienzo su 34 edición y en la que se proyectarán hasta el 3 de noviembre, 109 películas producidas en diferentes países mediterráneos que conseguirán que nos olvidemos un poco de Hollywood.
Para romper con lo que ya venía siendo tradición -o maldición, mejor dicho- de inaugurar la Mostra con un diluvio apocalíptico como ocurrió el año pasado, el jueves, en cambio, salió una tarde estupenda y los invitados a la gala llenaron el Teatro Principal de València.
La invitación rogaba “máxima puntualidad” pero más apropiado hubiera sido pedir puntualidad extrema. La gala comenzó a las siete en punto con precisión británica, alemana y cronometrada al segundo por el mejor de los relojes suizos. Que aunque el cine sea mediterráneo los tiempos del evento nada tenían de nuestra latitud, se agradece.
Y, nada más sentarse, el público se encontró con la actuación “sorpresa” de Miquel Gil y el cantante de Xàtiva Pep Gimeno “Botifarra” -ojo que lo de botifarra se lo puso él, yo nada tengo que ver-. Interpretaron la canción “Vaig a fer un forn de calç”, de la banda sonora de la última película del desaparecido Toni Canet: “Calç blanca, negro carbón”, que se proyectó tras la gala.
Y después de la música llegaron los presentadores del evento: el actor y director Pau Durà - “Formentera lady”, 2018- y la actriz Maria José Peris. Ambos vestidos por el diseñador Miquel Suay y con maquillaje y peluquería de Jaume Polo.
La actriz llevaba un vestido amarillo rematado con pequeños bordados negros sobre el cuerpo y que acababa en una falda de gran vuelo a ras de tobillo. Maria José Peris enfundada en ese amarillo rabioso desafió sobre las tablas del Principal las supersticiones y la complicada silueta años 50 y condujo junto a su compañero con éxito la gala.
El momento más esperado de la noche llegó con la entrega de la Palmera de Honor, de la mano del alcalde de València Joan Ribó, para la famosa directora y guionista Liliana Cavani.
La cineasta italiana vestida de negro y con una sobria y elegante americana de rayas beige y negra, recibió agradecida un premio que reconoce toda una carrera llena de éxito y también de polémica porque ser mujer, directora de cine, valiente y avanzada a su tiempo siempre ha sido causa de revuelo. Por suerte, cada vez menos. Su película más conocida “El portero de noche” que cumple ahora 45 años tras su estreno en 1974, causó un gran escándalo en la época. Si se estrenara hoy, estoy segura que los defensores de lo politicamente correcto harían arder los medios y las redes sociales en su contra, pero esa es otra “película”...
Liliana Cavani destacó lo importante que es “sentirse gente del Mediterràneo, reinvidicar ese sentimiento de unión”. Por cierto, confieso que viendo la agilidad de Cavani al subir al escenario y la fuerza con la que se expresaba, consulté Wikipedia para comprobar su edad. Nada menos que 86 años. Bravo, Liliana.
La gala concluyó con el homenaje al director, guionista y productor Toni Canet muy unido desde sus comienzos al festival y que desgraciadamente falleció antes de poder ver proyectada en “la Nostra” su última película: “Calç blanca, negro carbón” (2017), un documental que revive los procesos de la producción tradicional de cal y carbón y muestra los vínculos que unen a los pueblos y zonas rurales que han cultivado estas técnicas durante siglos. La presentación de la película la hicieron emocionadas la esposa de Canet, Loreto Primo y la hija de ambos, Montse Canet que le dedicaron unas cariñosas palabras al ya desaparecido director.
Tras el pase de la película, los invitados se trasladaron al hall del teatro donde pudieron brindar con vinos de D.O València y degustar distintos tipos de queso. Por cierto, me pareció que el alcalde es más de cerveza que de vino. Mientras todos comentaban la gala yo me quedé asomada a uno de los balcones del piso superior a observar el ambiente. Desde mi propio palco improvisado y achinando los ojos como buena miope, pude ver a: Eugeni Alemany y la periodista Carolina Ferre, Eduardo Guillot, director artístico del festival, un director creativo de altura como Nacho Capelo, varios actores valencianos como, por ejemplo, Ferran Gadea y demás gente del cine, muchos periodistas entre ellos Carlos Garsán y también políticos facilmente localizables porque compartían estilismo de camiseta+americana. Los nombres de los miembros del jurado que posaban en el photocall, me los chivó Guillermo Arazo que fue mi Google de la cultura: Sofia Djama, directora argelina; Muayad Alayan, director palestino; Julia Sabina, investigadora y creadora española; Busha Rozza, actriz y productora egipcia y Marie Spencer, directora de fotografía francesa y presidenta del jurado.
Abandoné el Teatro Principal cuando empezaban a sacar pepitos de jamón serrano y moverse era casi imposible. Mientras, los invitados seguían brindando porque València es una ciudad de cine y durante los días que dura #laNostra, todavía más.