Valencia empieza a cocinar un hub de videojuegos en la Marina Real

VALENCIA. Varios emprendedores valencianos han decidido poner en marcha un hub de videojuegos. Según explica Carles Pons, cofundador de Akamon y de No Spoon Tech Lab, desde marzo han tenido reuniones con varias entidades locales como Inndea, la UPV e incluso la Generalitat, desde donde están recibiendo un feedback positivo. 

"Una de las propuestas que nos han hecho es utilizar los edificios de la Copa América en la Marina Real, pero lo descartamos porque existe una mala comunicación de transporte público. La única alternativa que vemos viable es el edificio Alinghi", explica Pons, uno de los impulsores principales.

No obstante, siguen buscando alternativas. "Viendo que los ritmos a los que se pueden mover en la administracion publica y que el tiempo de rehabilitacion de algunos edificios propuestos es superior al año, estamos buscando alternativas que nos permitan a las empresas continuar con nuestro crecimiento".

Mientras, el director del Consorcio Valencia 2007, Vicent Llorens, ve con buenos ojos levantar un polo de creación digital en el espacio de la Marina Real. La iniciativa del hub de videojuegos tuvo su origen en reuniones de diversos actores de esta industria de la ciudad de Valencia con instituciones públicas. 

El objetivo que se marcaron era crear un espacio que sirva de catalizador y aglutinador de las industrias de creación digital (fundamentalmente videojuegos y animación). Un lugar físico que ofrezca alquiler de oficinas, co-working, espacio de encuentro para eventos de todo tipo, espacios de ocio, etc.

Actualmente tienen contabilizadas unas 200 empresas del sector en la Comunitat, algunas de referencia internacional. También existen varios centros de formación que ofrecen estudios especializados. Sin embargo, creen que hay una gran oportunidad para ser referencia en la materia. 

"Esto redundará en la creación de empleo de calidad, riqueza y, debido a las características de las industrias, la mejora de la marca Valencia a nivel internacional", apuntaban en la declaración de intenciones de Llamp, el nombre con el que se bautizó la iniciativa. Existen espacios con características similares en muchas ciudades de nuestro entorno nacional y europeo.