VALÈNCIA (VP). El Foro Urbano se celebra a lo largo del mes de mayo de 2022 en València, y se concibe como un espacio aglutinador de todo el tejido social, económico, institucional y cultural de la ciudad, animando a reflexionar de una manera compartida sobre el desarrollo sostenible a futuro de la ciudad y su entorno.
De esta forma, y bajo el marco metodológico que define la Agenda Urbana Española, la intención es que esta iniciativa sirva para visibilizar y construir de manera conjunta la Estrategia Urbana València 2030, una la hoja de ruta destinada a conseguir desarrollo integral, innovador, compartido y transformador de la ciudad para la próxima década.
Este Foro Urbano plantea distintas jornadas abiertas a la ciudadanía (en forma de conferencias temáticas, espacios de debate, talleres de trabajo o exposiciones, entre otros) para hacer partícipe a todos los agentes de la ciudad, incluida la propia ciudadanía.
El certamen celebró en Las Naves su quinta jornada, donde se ha replanteado el futuro de la urbe desde la innovación, que será clave entre otros aspectos para afrontar la Misión Climática 2030 para la que la capital del Turia ha sido escogida, junto con otras 99 urbes, por la Unión Europea.
El concejal de Innovación del Ayuntamiento de Valencia, Carlos Galiana, abrió el acto destacando la importancia de este tipo de debates 'para diseñar conjuntamente el tipo de ciudad en que todos y todas queremos vivir en el futuro'.
'La innovación es una de las herramientas principales para dar respuesta a los grandes retos como la pandemia, pero también a los problemas del día a día que ayudan a mejorar la vida de las personas. Por ello, el Ayuntamiento impulsó la estrategia Missions València 2030, que desarrolla la innovación orientada a misiones que ha sido premiada como una de las 6 ciudades innovadores y es un ejemplo de las ciudades con estrategia orientada a misiones. Lo que ha permitido lanzar la misión climática neutra adelantándose a otras ciudades, y Valencia ha sido incluida como una de las ciudades climáticamente neutras'.
La conversación tuvo como protagonistas a tres ponentes: la directora de la Fundación Ellis, Nuria Oliver; la directora general de Análisis y Políticas Públicas de la Generalitat Valenciana, Ana Berenguer; y el director del Centro de Innovación en Tecnología para el Desarrollo Humano de la UPM, Carlos Mataix.
La primera defendió que los datos que se acumulan cada vez con mayor frecuencia 'son solo una representación del mundo real, pero nos ayudan a tener ciudades inteligentes y saludables tanto desde el estudio de los seres humanos como del que nos rodea o aquello que usamos en nuestro día a día'.
'El tipo de innovación que hace falta hoy para cambiar las ciudades, no se va a poder hacer poner en marcha sin la ciudadanía y estamos hablando aquí de las misiones europeas en el grupo de trabajo que hace ya dos años en la comisión se puso a pensar cómo serían esas misiones una gran discusión y se pasó de un concepto muy tecno céntrico las Smart Cities a las ciudades climáticamente neutras para y con la ciudadanía yo creo que es muy importante eso es por supuesto por qué es un impulso que busca mejorar la vida de la gente pero que reconoce que no va a poder tener éxito si no se hace con la gente', añadió.
Insistió además en que se requiere 'una gran transformación que viene de la mano de las 3 Ds: dirección, distribución y diversidad. Y están relacionadas. La primera D, la dirección en la que se realiza la innovación y las decisiones que se toman por ejemplo sostenibilidad y las Misiones. La segunda, la distribución y el reparto que se realiza para no concentrar los beneficios en unos pocos. Y la tercera D, la diversidad que permite la colaboración y el esfuerzo conjunto entre todos, ya que hay acciones como la movilidad sostenible que requieren del esfuerzo, colaboración y cambio de todos'.
Ana Berenguer recordó su paso por Estados Unidos explicando cómo en Nueva York 'se buscó una diversificación de la economía para dejar de depender del sector financiero y orientarse en parte al tecnológico. La estrategia basada en innovación funciona, pero tiene que ser inclusiva o puede derivar en polarización'.
Agregó como visión de futuro a este respecto 'la importancia de llegar al ciudadano, usando el símil sería el Gobierno de última milla para saber lo que pasa, porque no se usan las apps o no llegan las ayudas'.
Por último, Mataix se centró en la innovación social 'que no es la que arregla lo que deshacen el resto de innovaciones, sino la que las une. Lo que hoy es necesario para cambiar las ciudades es la ciudadanía. La neutralidad climática se busca por y para las personas'.
'Los funcionarios públicos estamos obligados hoy a arriesgar y a innovar porque hay una innovación pública muy necesaria que es capaz de ofrecer espacios de oportunidad diferentes. Yo vengo de una ciudad que se hizo referencia en el mundo en el coche eléctrico compartido y eso surgió porque hubo unos funcionarios que decidieron cambiar la regulación, atreverse y permitir que cualquier automóvil eléctrico pudiera aparcar en cualquier lugar de la ciudad. Eso generó el espacio de oportunidad donde floreció la innovación de proceso y la innovación tecnológica, pero hay una innovación muy importante hoy que es la financiera: cómo entender nuevos modelos de negocio que usemos en el capital que hay disponible de otra manera', concluyó.