VALÈNCIA. El Ayuntamiento de València cubrirá este mes de marzo una plaza clave en la Concejalía de Actividades y Espacio Público que dirige Lucía Beamud, de Compromís: la jefatura de servicio de Actividades. Un puesto que lleva sin cobertura definitiva desde hace ocho meses, momento en el que su anterior responsable, Amparo Fenoll, se fue al área de Fiestas con la incorporación del edil Carlos Galiana a ese departamento.
Así, fuentes municipales confirman a este diario que para el mencionado puesto se incorporará en las próximas semanas la funcionaria Olga Martínez Ferrer, que llegará procedente del Ayuntamiento de Xirivella, donde ha ocupado durante años la jefatura de área de Urbanismo además de ser responsable de los servicios jurídicos.
Se trata, pues, de un perfil con una importante trayectoria para un puesto que, indudablemente, representa un reto para cualquier funcionario de carrera. Gestionar el área de Actividades de la tercera capital de España no es moco de pavo, y más si se tiene en cuenta el costoso trabajo que está llevando a cabo la concejalía para desatascar las licencias de actividad.
Según han explicado fuentes conocedoras del proceso de selección, el departamento que dirige Beamud realizó una convocatoria para esta plaza y la abrió a funcionarios de otras administraciones, pidiendo no sólo saber gestionar el servicio de Licencias sino también presentar un perfil jurídico. Los sindicatos manifiestan habitualmente su rechazo a que el consistorio abra las convocatorias a otras administraciones y exigen apostar por funcionarios de la casa. Pero en este caso, como en muchos otros, no se hizo.
Pugnaron por el puesto Martínez y otra funcionaria del Ayuntamiento de València, la actual jefa de sección de Dominio Público, María José Gratacós, quien ya había liderado el servicio de Actividades entre 2008 y 2014. Finalmente la concejalía optó por la empleada del consistorio de Xirivella, quien, por su parte, licenciada y especializada en Derecho Urbanístico y Derecho Medio Ambiental lleva casi 18 años trabajando en estas cuestiones en su consistorio de origen.
De esta manera, la nueva funcionaria se enfrentará en su nuevo puesto a uno de los problemas más complejos del Ayuntamiento: el atasco de las licencias de actividad, un aspecto muy sensible para los empresarios de la ciudad. Según informó la propia concejal Lucía Beamud en noviembre, en esa fecha todavía existían 3.700 expedientes de resolver, si bien la cifra había descendido notablemente los últimos cinco años.
En cuanto a la tardanza en resolver la ocupación de esta importante plaza, fuentes municipales consultadas por este diario explicaron que, a las propias complejidades añadidas por la pandemia, hay que añadir las dificultades que entraña encontrar el perfil idóneo para estas funciones y la gestión de los trámites posteriores, a lo que hay que sumar el tiempo necesario para que el ayuntamiento de origen, en este caso el de Xirivella, pudiera encontrar un relevo para la funcionaria saliente.
Al margen de esta situación, desde el Ayuntamiento de València recalcan que el departamento ha seguido funcionando en este tiempo debido a que el trabajo en Actividades ha sido cubierto de forma temporal por otro funcionario de la casa, Francisco Tamarit.
Aproximadamente cuando quedó vacante la plaza de la jefa de servicio de Actividades, en otra concejalía, la de Urbanismo, se conocía la baja del entonces coordinador general del área, el socialista Rafa Rubio. El que fuera candidato a la Alcaldía por el PSPV y secretario general del PSPV en el Cap i Casal entre el 2000 y el 2007, ocupaba la coordinación de la concejalía desde 2015, cuando era edil de Urbanismo Vicent Sarriá. El pasado año salió camino a ser nombrado subdelegado de Gobierno, de 'número dos' de Gloria Calero.
Esta plaza es de libre designación por los concejales del ramo, y en este caso corresponde a la vicealcaldesa Sandra Gómez. Sin embargo, parece que está siendo tan difícil como inicialmente se preveía, dado que, además de presuponerse un puesto de confianza para el dirigente político, el elegido o elegida ha de ser también alto funcionario, como lo era Rubio. Factores cuya conjunción dificulta encontrar el candidato ideal. Ocho meses después, este sitio continúa sin cubrirse y según fuentes socialistas consultadas por este diario, tampoco hay una decisión tomada por ahora.