VALÈNCIA. La plaza del Ayuntamiento de València empieza su camino hacia la peatonalización. Así, el alcalde de la ciudad, Joan Ribó, anunció este martes que el consistorio iniciará este proceso el próximo 20 de marzo de 2020, el día siguiente a la finalización de las Fallas. Y se hará con la puesta en marcha de una actuación táctica, o una actuación blanda: el espacio se cerrará para los peatones mediante elementos de mobiliario urbano como báculos, jardineras, pilones o bolardos.
Los báculos servirán para señalizar la entrada a la plaza, mientras que las jardineras y el resto de elementos tácticos servirán para delimitar la zona peatonal de los viales para el tráfico. Asímismo, se están estudiando otras actuaciones para embellecer y "rehumanizar" la plaza como es el uso de pintura en el suelo, la instalación de elementos desmontables para proporcionar sombra en los meses de más calor, el uso de objetos móviles -así como sillas- para la ciudadanía, e incluso la disposición de un letrero con el nombre de la ciudad a modo de photocall. Para ello, los expertos y técnicos han tomado como referencia otras grandes ciudades que han implementado acciones de este tipo: Alicante, Londres, Madrid o Detroit.
Pero una de las cuestiones que más controversia podría provocar es cómo quedará la red viaria cuando se lleve a cabo este plan de actuación blanda. La zona oeste -la situada justo en frente del edificio del Ayuntamiento- es la que se peatonalizará, junto a la dársena central utilizada especialmente para la parada de varias líneas de bus. En la otra mitad de la plaza se mantendrán los viales para vehículos, pero sólo los podrán usar la EMT, los taxis, los vehículos de carga y descarga y vecinos.
Concretamente, se restringirá el acceso desde la calle San Vicente hasta el cruce con la calle Lauria. Sí que se permitirá el acceso al vehículo privado desde la calle Marqués de Sotelo y Periodista Azzati, que será conducido inevitablemente hacia Lauria también. El espacio que se convertirá al uso de los viandantes es fundamentalmente el que comprende la zona anaranjada coloreada en el plano inferior.
Otro asunto de especial interés: el transporte público. La peatonalización liberará la plaza del Ayuntamiento del paso de todas las lineas que actualmente transcurren por ella y se creará una línea lanzadera que conectará los intercambiadores de la Porta de la Mar y Tetuán con el que previsiblemente se construirá en las calles Xàtiva y Lluís Vives. Esta línea, que se llamará C1, pretende tener una frecuencia de entre 4 y 5 minutos, y sería la única que atravesaría la plaza de norte -calle San Vicente- a sur -calle Marqués de Sotelo-.
El edil de Movilidad Sostenible, Giuseppe Grezzi, añadió sobre los taxis, que podrán pasar por el único carril que quedará habilitado y que se estudia "una ubicación concreta" para ellos en plaza. Sobre otros vehículos, expuso que se habilitarán puntos de carga y descarga y que se tendrá en cuenta el acceso a vecinos y garajes.
Los responsables municipales insistieron en que esto es un primer paso de un proceso que no se echará atrás: la plaza del Ayuntamiento será definitivamente peatonal. Esta actuación blanda estará vigente hasta que se ponga en marcha la urbanización completa del espacio. Este segundo paso también se está preparando pero se espera mucho más largo.
Ahora, tal y como explicó la concejala de Participación Ciudadana, Elisa Valía, se están desarrollando los trabajos en el proceso de participación en el que asociaciones, plataformas, vecinos y otro tipo de interlocutores podrán presentar sus ideas para la urbanización definitiva. Esto durará unos cuatro meses y las conclusiones deberán ser evaluadas más tarde por los técnicos municipales.
En 2020, las propuestas ciudadanas validadas se trasladarán al área de Urbanismo, que dirige Sandra Gómez, desde donde se dirigirá todo el proceso de urbanización. Allí se redactarán unos pliegos de condiciones en los que se incluirán las ideas de la ciudadanía, y se sacará a concurso público la redacción del proyecto de urbanización.
Con todo, en este proceso hay algunas limitaciones que el consistorio ha delimitado claramente. Son fragmentos de la plaza que deberán ser respetados. Así, no se podrán modificar las líneas de la EMT trazadas por el área de Movilidad, y se deberán respetar los espacios para la colocación de las mascletaes y para el montaje de las Fallas municipales. El resto de la plaza es susceptible de cambiar en todo este proceso; también el conjunto formado por la gran fuente, los jardines y la estatua de Francesc de Vinatea. Los puestos de las flores podrían ser reubicados, si bien no eliminados.
El objetivo es, según resaltó Giuseppe Grezzi, "humanizar, renaturalizar y hacer sostenible" el espacio, que ha estado "secuestrado por los vehículos motorizados". En total, se peatonalizarán en torno a 12.000 metros cuadrados más de los que ya hay.
Grezzi, que como Ribó y Valía resaltó el "simbolismo" que la Plaza del Ayuntamiento tiene para los valencianos y para quienes visitan València y su papel como "punto de encuentro", manifestó que la transformación de este enclave conservará "su esencia y monumentalidad, con edificios como el Ayuntamiento, Correos, el Ateneo o la Filmoteca".
La concejala de Participación agregó que la peatonalización de la Plaza del Ayuntamiento supone "un proyecto importante" y de "mucha ilusión" para el gobierno local y el cumplimiento de "un compromiso claro y firme con la ciudadanía". De la misma manera, recordó que esta intervención se basará en tres ejes "conectividad, espacio y plan de usos" y que tendrá como valores -"propios del gobierno local y de una sociedad del siglo XXI"- ser "sostenible" y "feminista -teniendo en cuenta "la inclusión de todo el mundo"-.