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MIRANDO AL MAR

València pierde una oportunidad de oro

| 22/04/2021 | 6 min, 44 seg

VALÈNCIA.- Pepe Martínez David, candidato a la presidencia de la Real Federación Española de Vela, ha desaprovechado una gran oportunidad de que València se convirtiera en el centro neurálgico de la vela española, al perder las elecciones con el madrileño Javier Sanz. Martínez David, viejo dirigente de la vela española, expresidente de la vela valenciana y hombre de mar, cayó en la trampa que le pusieron sus propios ‘amigos’. Todos se volcaron con él para que se presentase, sin que el propio Pepe Martínez tuviera ninguna necesidad de acudir a estas urnas de 2021.

Pepe no tiene que demostrar nada a nadie porque los hombres de mar de València y de España saben perfectamente quién es. Llevó con maestría las riendas de la territorial valenciana y, político donde los haya, nunca quiso dar el paso a la nacional porque su territorio y sus votantes estaban en la Comunitat Valenciana. Con él se consiguió la Copa América de València y la salida de la Vuelta al Mundo de Alicante. Fue capaz de convencer a esa pandilla de cenutrios que han pasado por la Marina de València para que la Federación Valenciana se instalara en la dársena de la Copa América, dejando en su legado una magnífica escuela municipal de vela y unas instalaciones que muchas territoriales quisieran tener.

No tenía ninguna necesidad de presentarse a las elecciones, pero le convencieron desde su propia institución para que lo hiciera y sirviera de señuelo y hombre de paja para hacerse con toda facilidad con los mandos nacionales de la vela. Sus ‘amigos’ lo tenían muy claro: gana las elecciones y, una de dos, o lo mantenemos como presidente de paja durante la legislatura, o al año, excusándose en problemas personales, le apartamos y tomamos el mando. Toda una maniobra digna de la más prestigiosa Camorra.

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El caso es que le arrojaron a los leones pensando que al ser el candidato de la presidenta saliente, Julia Casanueva, y teniendo a favor a la territorial catalana, la gallega y alguna más, ganaría las elecciones de calle. No tuvieron en cuenta otros factores importantes que le podían hacer perder las elecciones, como su alianza con la Federación Catalana, cuyo presidente es Xavier Torres, un independentista declarado.

Además, Torres fue el ideólogo de la huelga que hizo la vela a un Campeonato de Europa que se celebraba en Cataluña porque el Tribunal Supremo había dictado sentencia desfavorable a los encausados por el procés y fue reelegido presidente de su territorial tras un gran tufo a trampas, que alarmó hasta al Consejo Superior de Deportes. Tampoco han tenido en cuenta que alguno de sus clubes importantes de la Comunitat podían traicionarle, incluyendo a algún que otro regatista valenciano que en el último momento se vendió a Sanz. Todo esto, no por la figura de Pepe Martínez sino por lo que llevaba detrás: una mochila muy peligrosa llena de goma dos, que podía dinamitar la vela española.

Su equipo electoral publicó a bombo y platillo que dominaba el voto territorial con los apoyos de  la Federación de Vela de la Comunidad Valenciana, Real Federación Gallega de Vela, Federación de Vela de Castilla La Mancha, Federación de Vela de Castilla León, Federación Aragonesa de Vela, Federación Canaria de Vela, Federación Navarra de Vela y Federación Catalana de Vela. Primer batacazo, porque en la elección de la Asamblea, la candidatura de su oponente, Javier Sanz consiguió 28 de los 29 votos escrutados. Blanco y en botella. Pepe Martínez no había hecho bien los deberes en su periplo por las comunidades.

El 6 de marzo y en votación telemática, por primera vez en la historia de la vela española, José Javier Sanz Fernández resultó elegido nuevo presidente de la Real Federación Española de Vela, tras la primera votación, con 61 votos a favor y 54 en contra (uno de los asistentes no ejerció su derecho a voto), pasando a formar parte de la Asamblea como presidente de la misma y ganando las elecciones a la candidatura valenciana-catalana aplastantemente.

Sanz realizó un gran trabajo de zapa con las territoriales, los jueces y los deportistas presentando sesenta y nueve avales, mientras que Pepe Martínez lo hacía con sesenta y dos

¿Qué ha ocurrido? Se preguntaban los ideólogos de la candidatura de Pepe Martínez. Muy fácil. Javier Sanz no las tenía todas consigo, ya que su candidatura se presentaba fuera del abrazo de la Federación, mientras que la de Pepe Martínez estaba dirigida desde dentro y, como ha ocurrido siempre en esta Federación Española, gana el candidato que en esos momentos está al amparo del poder. Sanz realizó un gran trabajo de zapa con las territoriales, los jueces y los deportistas presentando sesenta y nueve avales, mientras que Pepe Martínez lo hacía con sesenta y dos. Teniendo en cuenta que los avalistas podían hacerlo a ambas candidaturas y que los que tienen derecho a voto a la Asamblea mienten más que hablan, la balanza estaba inclinada claramente hacia Sanz.

Arturo Delgado, expresidente de la vela española que conquistó los Juegos de Barcelona con esas cinco medallas, dio las claves de las elecciones con esta frase ensordecedora: «Saldrá elegido el que más capacidad haya tenido de comprar bajo promesa o engaño a los asambleístas ya elegidos al efecto. Muchos de ellos repiten y son estómagos agradecidos (y no solo personas físicas) que no les interesa nada más que lo suyo: el colectivo en general o su estamento en particular les importa un rábano, como así ya lo han demostrado los que repiten, diciendo amén a todo lo que les proponga el presidente de turno e incluso aplaudiendo con las orejas si es preciso, sin haberse leído un solo papel. Todo ello gracias a la caduca y nefasta legislación deportiva que somete por igual a todas las federaciones españolas, sea cual fuere la modalidad, a conducirse bajo el mismo rasero, sin permitir que cada cual introduzca sus propias particularidades».

Delgado levantó ampollas entre los políticos españoles dando el enésimo toque de atención al Consejo Superior de Deportes y al Comité Olímpico Español: «Desgraciadamente, ni el CSD ni el COE tienen el menor interés en acabar con este disparate. Y mientras sigamos así, sin que se permita modificar la constitución de la Asamblea, entre otras cosas prohibiendo que aquellos que perciban sueldos o emolumento —bien directa o indirectamente, tanto de las FFAA como de la Española— estén en la Asamblea, no se presentará nadie independiente y honesto».

El caso es que València ha perdido una oportunidad histórica de dirigir los destinos de la vela española, que por otra parte sigue sin saber votar y cada uno yendo a lo suyo. Este fracaso electoral no se le puede achacar a Pepe Martínez, ya que fue convencido para que pusiera la cara mientras los incitadores se recluían en las barricadas de la Asamblea para agachar la cabeza en caso de que la cosa no fuera bien del todo.

La lección está aprendida. La vela va como los cangrejos, marcha atrás. No se preocupa de quiénes son sus dirigentes y solo piensan cada uno en lo suyo. Menos mal que aún nos quedan los regatistas que, si se celebran los Juegos Olímpicos de Tokio, pueden traernos en la mochila, al menos, tres medallas. 

* Este artículo se publicó originalmente en el número 78 (abril 2021) de la revista Plaza

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