Imagen de archivo de una terraza. Foto: EVA MÁÑEZVALÈNCIA (EP/P. P.). El Ayuntamiento de València ha puesto en marcha la maquinaria para declarar el barrio de Russafa como Zona Acústicamente Saturada (ZAS), una calificación que supondrá, entre otras cosas, medidas como la reducción del horario de terrazas entre semana.
La junta de gobierno del Ayuntamiento de València tiene previsto aprobar este viernes el inicio de la tramitación de la declaración de Zona Acústicamente Saturada (ZAS) del barrio de Russafa, de acuerdo con la normativa autonómica y la ordenanza municipal de ruido.
La regulación permite que la declaración de Russafa como ZAS se tramite inicialmente manteniendo el horario de las terrazas previsto en la Ordenanza de Dominio Público los viernes, sábados y vísperas de festivo y reduciéndose media hora de domingo a jueves.
En concreto, la tramitación inicial establece que de marzo a octubre (ambos inclusive), de domingo a jueves, las terrazas de establecimientos podrán funcionar con un horario de 8 a 00.30 horas. Mientras, los viernes, sábados y vísperas de festivos será de 8 a 1.30 horas.
Por su parte, en los meses de enero, febrero, noviembre y diciembre, de domingo a jueves, será de 8 a 00 horas, y viernes, sábados y vísperas de festivos de 8 a 00.30 horas. Las tiendas de conveniencia permanecerían cerradas de 22 a 8 horas.
La tramitación inicial se aprueba para que la declaración siga a partir de ahora un procedimiento administrativo en el que quedarán fijados plazos para la participación ciudadana. "El Ayuntamiento trabajará para que esta normativa garantice el descanso de los vecinos compatibilizándolo con la actividad económica del barrio", garantiza el concejal de Mejora Climática, Acústica y Eficiencia Energética, Carlos Mundina.
Paralelamente, se trabaja en la implantación de un plan de reducción del ruido en la hostelería, que incluiría medidas como la instalación de material fotocatalítico en las terrazas, que absorbe las partículas nocivas del aire, y fonoabsorbente que absorbe el ruido.
El inicio del procedimiento se produce tras analizar los resultados del estudio sonométrico previo, elaborado para decidir si procede la declaración de la ZAS, según establecen las ordenanzas municipales y tal como obligó una sentencia del Tribunal Superior de Justicia (TSJ) en 2020. El estudio sonométrico fue elaborado mediante cuatro fases de medición estaciones de medición en continuo, a las que se sumó otra fase adicional en tres puntos de especial significación acústica.
Cabe recordar que en junio, el Ayuntamiento ya aprobó medidas preventivas en el barrio para "minimizar las molestias acústicas que pudieran producirse" durante la evaluación de la ZAS. Entre ellas, el corte de tráfico "durante los períodos donde los niveles sonoros superen los objetivos de calidad", la "intensificación de la vigilancia por agentes de la autoridad", el "control del cumplimiento de los limitadores de potencia acústica en locales con ambientación sonora" o el "aumento de inspecciones y controles de consumo de bebidas en vía pública fuera del local".
También se prohibía "la expedición de bebidas y alimentos en el exterior de los establecimientos, a través de ventanas o barras dispuestas al efecto y recayentes en vía pública" entre las diez de la noche y las ocho de la mañana y se limita el uso de máquinas expendedoras en vía pública: sólo se podrán utilizar "durante el horario de funcionamiento de la actividad".
