VALÈNCIA. Con la liquidación del Consorcio Valencia 2007, el ente del Gobierno, la Generalitat y el Ayuntamiento que hasta hace poco gestionaba La Marina de València, el consistorio ha recuperado la gestión directa de numerosos inmuebles del enclave marítimo. Entre ellos, los varios locales situados al lado del edificio Veles e Vents, donde están instalados cinco negocios de hostelería a los cuales caducaba la concesión este mismo mes de enero.
Se trata de cuatro restaurantes con terraza ubicados a las faldas del icónico edificio -El Camarote, Destino Puerto, Dos Lunas Beach y Vlue Arribar- y un quiosco explotado por un chiringuito más próximo al Marina Beach. Su concesión finalizaba a finales de este mes de enero y el Ayuntamiento de València la prorrogará cuatro meses a la espera de sacar su explotación de nuevo a concurso público.
Durante las últimas semanas se han sucedido las comunicaciones y traspasos de documentos para hacer efectiva esta prórroga temporal, por lo que los diferentes negocios podrán continuar funcionando en las mismas condiciones, al menos hasta el mes de mayo. Entonces, el consistorio deberá decidir si concede otra prórroga temporal o si, por el contrario, da por caducadas las autorizaciones.
Los empresarios ubicados en este enclave, agrupados en la asociación Marina Premium, esperan que el consistorio prorrogue las concesiones hasta que, si se convoca un nuevo concurso, se decidan sus adjudicatarios para evitar que las instalaciones queden vacías durante un espacio de tiempo indeterminado. Se desconoce, por el momento, cuándo se lanzaría la licitación y cuáles serían sus novedades, si bien cabe recordar que en las instalaciones cabe hasta una segunda planta.
En esta zona se encuentra también otro local donde hace poco más de un año la Fundación Asindown inauguró, bajo el nombre La Mare Que Va, un centro de formación en hostelería para la inserción de personas con síndrome de Down. En este caso, la autorización no caduca al mismo tiempo que al resto de locales porque cuenta con plazos más extensos, según ha podido saber este diario.
Todas estas instalaciones se sitúan en terrenos que en su día fueron cedidos por el Puerto de València al Ayuntamiento y que este, a su vez, los cedió al Consorcio València 2007 para la organización de la Copa América de vela. Una vez el ente ha entrado en fase de liquidación tras pagar su deuda el Gobierno de España, estos locales, entre otros múltiples inmuebles, como el Veles e Vents o los Docks, han vuelto a manos del consistorio.
Con todo, el Ayuntamiento y la Autoridad Portuaria de Valencia (APV) han constituido un órgano de cooperación, sin entidad jurídica, para la gestión conjunta de La Marina. A diferencia del consorcio anterior, este órgano no tendrá el control directo de los espacios sino que cada inmueble dependerá directamente de su dueño (Puerto o Ayuntamiento), que mantendrán la capacidad de otorgar las autorizaciones y adjudicar las concesiones que consideren en sus bienes.
Sin embargo, el órgano de cooperación permitirá una coordinación entre ambas instituciones a la hora de estudiar y decidir proyectos a desarrollar en La Marina. Estará integrado por cuatro miembros, repartidos a partes iguales entre ambas instituciones. La intención es que todo salga por acuerdo, pero cabe recordar que en cualquier caso la plaza del alcalde o alcaldesa tendrá voto de calidad.