VALÈNCIA (EFE). València tiene "muy avanzada" la redacción del proyecto para la creación de una Oficina de no discriminación y odio para el asesoramiento de víctimas de delitos de odio, que contará con un presupuesto inicial de cerca de 118.000 euros y que espera ser una realidad en 2020.
La concejala de Igualdad y Políticas de Género y LGTBi de València, Lucía Beamud, explica en una entrevista con EFE que esta oficina se enmarca en el Plan Estratégico Municipal de Convivencia amparado en la Estrategia valenciana de Igualdad y de trato, la no discriminación y prevención de delitos de Odio para 2019-2024.
Asegura que el reto es poner los Derechos Humanos en el debate político porque "la igualdad gira en torno a ellos y hay que cogerlo como base y ponerlos en la agenda política".
Con motivo de la celebración del Día Internacional de los Derechos Humanos, el Ayuntamiento va a organizar la primera Jornada Europea "Ciudades versus odio" con la participación de dos ponentes responsables de las oficinas de no discriminación de Barcelona y Viena que contarán su experiencia.
"Vamos a hacer un seminario de buenas prácticas, de cómo están poniendo en marcha esta oficina con el propósito de crear aquí en València una oficina de no discriminación y odio", indica para recordar que la idea se gestó en la pasada legislatura pero ahora "la redacción del proyecto está muy avanzada" para dotarlo de contenido.
Con una valoración del presupuesto de más de 117.600 euros y una sede "ya pensada", aunque no la desvela, confía en que los tiempos de la Administración permitan tener operativa la oficina el año que viene.
"A finales de la pasada legislatura se empezó a trabajar la idea y ahora trabajamos en darle contenido con un protocolo, un plan estratégico, seminarios y adhesiones internacionales. Todo forma parte de la misma estrategia", apunta.
Beamud incide en que de "forma inédita en este Ayuntamiento", la nueva oficina tendrá perspectiva de género y será inclusiva, lo que considera "interesante" para incluir en todos los proyectos de oficinas y espacios públicos que se vayan ejecutando en la ciudad.
Asegura que en Igualdad "todo estaba por construir" en la pasada legislatura porque se partía de que no existía como concejalía y, aunque reconoce que se ha avanzado en políticas sociales, advierte de lacras como la violencia de género o las agresiones sexuales, que a su juicio indican que "sigue habiendo desigualdad".
Considera que "todas las personas deberían estar muy concienciadas de que esta lacra es una cuestión muy estructural y no deberíamos poner ningún tipo de 'pero'", aunque alerta de que hay "sectores muy marcados en la política que niegan este hecho".
"Cuando no hay una unidad para combatirlo, tienes contrapesos contra los que tienes que luchar", apunta para insistir en seguir con las políticas de educación afectivo-sexual "para promover relaciones igualitarias, una de las bases principales, desde bien pequeños".
Sin embargo, no cree que el auge de partidos de extrema derecha como Vox vaya a frenar esa lucha porque su agenda política es "muy clara, concienciada, valiente y decidida" para que València siga siendo "una ciudad abierta, diversa y plural" y advierte: "No vamos a dar un paso atrás".
En este marco, València también trabaja para su adhesión a la iniciativa de la Unesco ECCAR, la Coalición de ciudades contra el racismo, lanzada en 2004 para crear una red de urbes interesadas en compartir experiencias de mejoras en la políticas de lucha contra el racismo, la discriminación y la xenofobia.
Y en esa política de compartir sinergias con otras ciudades, también está a punto de participar en la Comisión de inclusión social, democracia participativa y derechos humanos de las ciudades y gobierno locales unidos (CGLU) de la Unión Europea.
"Tenemos un marco bastante amplio para trabajar en los Derechos Humanos entendido como base de la agenda política", concluye la concejala.