Coworking de Wayco en València. Foto: EDUARDO MANZANAVALÈNCIA. Las oficinas flexibles, también conocidas como coworking, han ido ganando peso en el mercado inmobiliario de València. La flexibilidad que ofrecen en cuanto a espacios y tarifas, frente al modelo de oficina tradicional, y el impulso del teletrabajo han propiciado que este tipo de espacios hayan disparado su demanda y abierto el 'apetito' inversor. Aunque lo cierto es que frente a ciudades como Madrid y Barcelona, en el 'cap i casal' aún queda cierto recorrido de este sector, su crecimiento es ya una realidad con varios proyectos en marcha.
Tanto es así que grades oficinas corporativas o edificios completamente pensados para oficinas tradicionales ya se están reconvirtiendo hacia un modelo híbrido que combine la oficina tradicional con el 'flex'. Pero no solo segmentos como el mercado de oficinas pone en su foco los espacios compartidos, también el turístico. Según un informe del la Cátedra Observatorio de la Vivienda de la Universitat Politècnica de València (UPV), que analiza estos activos, se están destinando a coworking pisos que hasta ahora tenían un uso de "alquiler turístico, en los que la seguridad higiénica, la cercanía al hogar y unos servicios básicos permiten al usuario no utilizar su hogar para el trabajo".
Unos espacios en auge en muchas ciudades impulsados por el trabajo en remoto, la movilidad entre ciudades y la necesidad que tienen las empresas de reducir el tamaño de las superficies que ocupan. De acuerdo con un informe de la consultora CBRE, solo en el primer trimestre de 2021 la demanda de estos espacios es superior a la de toda la de 2019 y su contratación está ganando protagonismo. Pero, además, el informe del Observatorio de la Vivienda también detecta un auge de los coworking tras la crisis provocado por el coronavirus.
"La incidencia de la pandemia ha hecho que el teletrabajo se haya convertido en la única realidad posible para el funcionamiento de muchas empresas y autónomos. Este hecho ha llevado emparejado, a medida que las restricciones por el confinamiento se suavizaban, un aumento en la necesidad de espacios de coworking ya que, en muchas ocasiones la solución del teletrabajo en casa no es posible o no es lo más eficiente", destaca el documento.
En València, existen diversos espacios flexibles distribuidos en varios puntos de la ciudad. Sin embargo, la mayoría se encuentran concentrados en el centro, de acuerdo con el informe del Observatorio de la Vivienda. En concreto, el 27% del total de espacios analizados se ubican en Ciutat Vella, mientras que el 26% están en el distrito de l'Eixample. Ya en menor proporción, hay oficinas compartidas en Extramurs, Pla del Real y Campanar que acaparan el 8%, 6% y 5%, respectivamente.
Pero, ¿cómo son esos espacios? En general todos cumplen con una serie de requisitos mínimos como grandes espacios diáfanos, buenas conexiones de red, mesas amplias y zonas comunes. No obstante, el informe los segmenta en función del sector, así como en las necesidades y aspiraciones del tipo de cliente que se pretende atraer.
En València, el grueso de los espacios actualmente en marcha son generalistas, esto es, que están dirigidos a cualquier profesional o área de trabajo, lo que facilita la conexión y colaboración entre profesionales con diferentes habilidades y talentos. También hay un alto porcentaje de superficies que agrupan a profesionales y empresas que comparten el mismo oficio. Por ejemplo, existen espacios de coworking para abogados, fotógrafos o diseñadores.
Ya en menor medida los hay para artistas, creativos o artesanos con equipamiento y servicios que están enfocados a sus necesidades particulares. En estos espacios se hospedan galerías y se organizan eventos, talleres exposiciones, mercados y pop up stores con el objetivo de potenciar la creatividad e incluso, las opciones de negocio.
La contratación de oficinas flexibles ha sido tal en los últimos años que un 40% de la oferta total en València presenta una ocupación del 60% y un 26% de ellos una ocupación superior al 80%. Unos datos que evidencian el músculo que poco a poco van ganando este tipo de activos en el mercado de oficinas de la plaza valenciana, según el informe.
Por lo que respecta a los gestores de estos espacios, la mayoría (el 60%) son mujeres y un 86,7% tiene estudios universitarios finalizados y una edad que oscila entre los 31 y 40 años. Además, los datos reflejan que en un 53,3% el gestor es una figura indispensable principalmente para la gestión del espacio y la generación de comunidad, dos valores que caracterizan este modelo de negocio.
Por su parte, los usuarios de espacios de coworking son hombres, un 57%, mientras que el 43% son mujeres. Además, el 43% de los usuarios se encuentran entre los 31 y 40 años, seguido por un 27% de una edad de entre 41 y 50 años. Mientras que un 24% de los usuarios de estos centros tienen entre 20 y 30 años. De todos ellos, un 88% tienen estudios universitarios finalizados.
Por otro lado, el informe señala que el 53% trabaja por cuenta propia y el 47% por cuenta ajena. De todos los clientes, la mayoría, hasta un 45%, ofrecen servicios profesionales seguido por los trabajadores de pymes que conforman un 16%. De este modo, un 27% de los usuarios lo hace en empresas relacionadas con el mundo tecnológico, un 14% en el sector del diseño y un 6% en ventas.
Con todo, los espacios coworking crecerán en la ciudad tanto con la puesta en marcha de nuevos centros como por la reconversión de oficinas ya existentes. Y es que, según la Cátedra Observatorio de la Vivienda, "se trata de un modelo que presenta mejores posibilidades en el mercado de oficinas" ya que la opción flexible hacia la que se están dirigiendo los usuarios, desde autónomos a corporaciones, "está provocando el cambio de paradigma del mercado".
