VALÈNCIA. La vicealcaldesa de València, Sandra Gómez, anunció el pasado mes de octubre que la Concejalía de Hacienda trabajaba en una modificación del impuesto de plusvalía para aplicar un recargo "contra la especulación en el mercado de la vivienda". La intención, según explicó, era aumentarlo para aquellos que adquirieran una vivienda y la vendieran antes de transcurrir dos años. Dicho y hecho.
La edil y el concejal del ramo, Borja Sanjuán, presentaron este viernes en rueda de prensa la modificación del citado gravamen, que no solo será más elevado para aquellos que ostenten una propiedad menos de dos años, sino que bajará para los que vendan un inmueble 14 años después de haberlo adquirido. En concreto, la reforma en cuestión supone una actualización del coeficiente de plusvalía.
Con la reforma acordada, con una compraventa de un inmueble que tiene un valor catastral de 50.000 euros en València pagará un 13% más del impuesto de plusvalía, cerca de 300 euros más. Mientras que una familia que compra o vende una vivienda del mismo valor, pero que la tiene en propiedad desde hace 14 años, pagará una media de un 43% menos, lo que le supondrá un ahorro de 1.000 euros, según ha explicó el concejal de Hacienda.
Según la vicealcaldesa y concejala de Desarrollo Urbano, esta actualización permitirá luchar contra "los fondos buitre, los especuladores y los que ven la vivienda como un bien con el que especular, enriquecerse y no como un derecho fundamental" de los vecinos. No en vano, es una medida disuasoria para todos aquellos que compran una vivienda con la intención de revenderla "en menos de un año duplicando o triplicando el precio".
Cabe recordar que la intención del Consistorio hace unos meses era acometer un incremento del 325% de este impuesto, dado que el proyecto de los Presupuestos Generales del Estado para 2023 recogía esta posibilidad para los ayuntamientos. Sin embargo, el Gobierno central por el momento tan solo ha permitido modificar los coeficientes, de manera que el Ayuntamiento de València tan solo lo incrementará de media un 13%. Una cifra que queda lejos de la anunciada pero que fuentes municipales confían en que el Ejecutivo central permita seguir aumentando los márgenes para 'castigar' más la compraventa de vivienda en un periodo inferior a dos años.
Sanjuán consideró este viernes que esta "es una configuración mucho más justa del tributo", ya que se ha elevado "hasta el máximo que permitía la ley". Una "reestructuración" que producirá una merma de la recaudación del 0,23% para las arcas públicas municipales y una disminución de ingresos de 121.204 euros, según calcula Hacienda.
Con esto, València es la primera ciudad que grava la tenencia especulativa de vivienda. "Tenemos que poner todas las herramientas que estén a nuestra disposición como administración local para dificultar las operaciones de especulación y de tratar las viviendas como un bien de mercado. Limitaciones, ya sean fiscales o urbanísticas", concluyó el responsable de Hacienda.
La subida de la plusvalía para las compraventas en menos de dos años se enmarca dentro de un proyecto más ambicioso del Ayuntamiento de València: el Plan de Medidas contra la Especulación. En él se incluye también el recargo del 30% del Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI) a grandes tenedores -propietarios de más de 10 viviendas- con pisos vacíos en la ciudad de València, como publicó Valencia Plaza. Una medida que, no obstante y según el listado de inmuebles que cumplen estas características elaborado por la Conselleria de Vivienda, apenas afectará a 29 viviendas, si bien el consistorio espera que la lista vaya engrosándose con el paso de los años.
El PSPV también buscaba sumar a estas dos medidas la aplicación de un recargo especial en la tasa turística para los pisos turísticos por los "problemas de convivencia" que estos generan, según explicó en su día la vicealcaldesa. Así, la idea era que pernoctar en un apartamento turístico en València costara el triple que en un hotel de cinco estrellas: seis euros por noche.
La propuesta fue trasladada a Les Corts Valencianes, pero el grupo socialista descartó incorporarlo al proyecto de ley, si bien fuentes municipales admitían que, agotada la vía parlamentaria, esta aún podría aprobarse mediante un decreto ley. Finalmente, la norma que fue aprobada prevé una tasa de 0,5 euros para pernoctaciones en albergues; 1,5 euros para hoteles de hasta cuatro estrellas y 2 euros para hoteles de cinco estrellas.
El PP en el Ayuntamiento de València criticó la medida minutos después de conocerla. La concejal Paula Llobet censuró que en el consistorio "siga sin bonificar las plusvalías en herencias y transmisión de comercio entre familias" y lamentó que no se aprobase "una bajada generalizada del tipo de gravamen" de este impuesto. De hecho, aseguró que esta medida tenía un afán "recaudatorio", si bien esta supondrá en realidad una merma de ingresos para el Cap i Casal.
La modificación, enmarcada en el Plan de Medidas contra la Especulación impulsado por el gobierno municipal, también fue criticada por Ciudadanos. El grupo liderado por Fernando Giner calificó de "oportunidad perdida" la reforma y defendió la libertad de los propietarios de inmuebles de vender cuando consideren.
El gobierno municipal también dio el visto bueno este viernes a la modificación del calendario tributario del Ayuntamiento de València, con lo que el período de pago voluntario de tributos municipales se prorroga de forma permanente hasta el 11 de julio, una medida que ya estaba en vigor desde hace tres años durante la pandemia.