VALÈNCIA. Por fin el Ayuntamiento de València ha finalizado las obras de consolidación y habilitación del edificio de la antigua Harinera a la que, durante los últimos años, se le han dado de palabra muchos usos. Sin embargo, parece que será el Center for Digital Technology and Management (CDTM) quien ocupe el edificio como sede si finalmente se decide por València para iniciar su proceso de internacionalización.
Las nuevas instalaciones, en cuya reforma se han invertido 8,4 millones de euros, también albergarán la sede de la oficina de inversiones Invest in València y un vivero de empresas de alta rotación. "Hoy visitamos la Harinera, un espacio que vamos a dedicar a la innovación. Un nuevo recinto de producción cultural innovadora que vamos a poner a disposición de todo el ecosistema de las startups y del emprendimiento porque queremos ser Capital Europea de la Innovación; no nos conformamos con ser finalistas", señalaba Sandra Gómez en una visita realizada este viernes.
Nacido en 1998, este centro dedicado a la tecnología y el emprendimiento, surgió de una colaboración entre el Massachusetts Institute of Technology (MIT), Cambridge y de la Technical University Munich y ahora planea abrir su primera sede fuera del país en Valencia para así iniciar su expansión en Europa. Un sede que conviviría en La Harinera junto a otros usos innovadores.
La institución está especializada en "Technology Management", estudios en los que mezcla el área digital, la dirección y el emprendimiento. El centro cuenta con 75 alumnos activos y, desde su puesta en marcha hace más de 20 años, sus alumnos han fundado más de 240 startups - 7 de ellas unicornios- y han levantado más de 4 billones en capital. Además, cuentan con partners industriales como Siemens o Personio.
"Queremos ser una ciudad de referencia en este sector y una de las cuestiones que tenemos que promover para conseguirlo es generar espacios públicos donde el talento pueda desarrollarse, donde poder generar una red y donde podamos ayudar a que los jóvenes emprendedores, los que tienen pocos recursos pero mucho talento y buenas ideas, tengan un lugar en el que desarrollar sus proyectos", ha añadido la responsable municipal.
Sandra Gómez apuntaba que la previsión es que en 2023 la nueva instalación pueda abrir sus puertas. Gómez se mostraba "convencida" de que este "va a ser uno de los mejores enclaves" por lo que respecta al desarrollo económico, dado que "está precisamente al lado del nuevo sector del Grau, que será una de las zonas donde las empresas apuesten por invertir y posicionar sus negocios".
Por su parte, el concejal de Emprendimiento e Innovación Económica, Borja Sanjuán, ha explicado que el nuevo edificio ayudará a Invest in València a la captación de inversiones para la ciudad. "Los inversores vendrán aquí y esta será la primera imagen que se lleven de lo que hemos hecho", ha afirmado Sanjuán.
Carlos Galiana, por su lado, ha destacado que tras recoger el premio como una de las tres ciudades más innovadoras de Europa, València presente este viernes "un edificio donde va a haber mucha innovación y emprendimiento".
El equipo redactor del proyecto de habilitación y equipamiento de la Harinera ha estado formado por los arquitectos Miguel del Rey, Antonio Gallud y Juan Ignacio Fuster. Cuenta con una inversión de 4,7 millones de euros (IVA incluido) e incluye todo el conjunto de edificios dentro de la manzana entre las calles Joan Verdeguer y Poeta Sanmartín i Aguirre, y sus espacios libres interiores.
Con las obras realizadas se ha habilitado el interior de la Harinera para su uso como oficinas y espacios dedicados a la innovación. Esto ha incluido nuevo pavimento, instalaciones, equipamiento, mobiliario y aseos. Además, se ha construido un jardín en el patio interior y un edificio anexo de instalaciones.
El edificio original data de 1922 y fue construido como fábrica de harina de trigo. En principio, se trataba de un edificio aislado dentro de la parcela con un patio muy amplio en el que se cargaban los carros de harina.
En 1939, al final de la guerra civil, un incendio lo destruyó y dejó solo las fachadas, lo que provocó que en 1941 se reconstruyera y se ampliara con una nueva nave de tres alturas situada en la calle Joan Verdeguer, y unos silos. La fábrica dejó de funcionar a finales de los años 90 del siglo XX y los silos se derribaron en 2007.
La Harinera albergará a partir de ahora dos servicios municipales, Valencia Activa y el Servicio de Innovación y Gestión del Conocimiento. El cuerpo central del edificio se dedicará a espacios de innovación, como salas de reuniones, despachos y espacios colaborativos.