VALÈNCIA. València ha retomado la solicitud para declarar la zona de la Marina, Las Naves y La Harinera como enclave tecnológico. Así lo apuntaba este martes la alcaldesa de València, MªJosé Catalá, en la inauguración de The Terminal Hub, el nuevo espacio de compañías innovadoras inaugurado en la antigua Estación Marítima. Una figura prevista en la Ley de áreas industriales de la Comunitat Valenciana, aprobada durante el Govern del Botànic, y que contempla incentivos fiscales y condiciones favorables para la atracción y ubicación de empresas de base tecnológica e innovadora.
Esta figura, de novedosa legislación y aplicación en España, todavía no ha sido asignada a ningún municipio a pesar de llevar años en la legislación valenciana. De hecho, fue en 2020 cuando la ciudad de València empezó a preparar las credenciales para solicitar al Instituto Valenciano de la Competitividad Empresarial (Ivace) el bautizo de determinados enclaves con esta denominación. Sin embargo, dado la falta de referentes, las conversaciones con la conselleria terminaron por demorar un proceso que ahora la concejalía de Paula Llobet busca encauzar de nuevo.
Una situación que bien valía este martes un rifirrare entre la popular y el concejal socialista Borja Sanjuán. Este último, señalaba que el consistorio ya había movilizado la cuestión con un estudio del Instituto Valenciano de Investigaciones Económicas (IVIE), donde no solo se acotaba la petición a las zonas planteadas por el actual Gobierno, sino también a la Universitat de València, la Universitat Politècnica y el Polígono de Vara de Quart. También a las áreas ubicadas en los distritos de Poblats Marítims, Algirós, El Pla del Real y Patraix.
En este sentido, Llobet insistía en que no existía ningún registro de petición por parte del consistorio ni ningún informe al que pudieran acogerse. Mientras, la delegada del Gobierno, Pilar Bernabé, quien también asistió al acto de The Terminal Hub, insistía en que la solicitud fue aprobada por el pleno municipal, pero que no está resuelta todavía por la Generalitat. Pasos que, el actual Gobierno local, señalaba que deberá iniciar.
Según la ley de gestión, modernización y promoción de las áreas industriales, la declaración de enclave tecnológico permitiría que el consistorio aplicara una bonificación del 95% de la liquidación del impuesto de construcciones, instalaciones y obras para las nuevas inversiones tecnológicas que implanten en este enclave o las ampliaciones de las existentes. Esto supone un incentivo a las compañías para que se instalen en la zona al abaratar los costes de su puesta en marcha.
Por otro, la Generalitat también tiene potestad para aprobar que las empresas ubicadas en estos enclaves tengan directamente puntuación adicional y preferencia en la concesión de incentivos autonómicos en materia de emprendimiento e innovación tecnológica, lo que supondría un mayor atractivo para que nuevas compañías nacionales e internacionales llegaran a la zona al poder acceder a recursos más fácilmente.
El impulso de facilidades para instalarse en el entorno de la Marina de València es una reivindicación histórica que se ha realizado por el entorno empresarial, si bien es cierto que los espacios disponibles heredados de la Copa América están prácticamente ocupados y parece necesario impulsar otros entornos, más allá de la zona de los espacios municipales de La Harinera y Las Naves, que permitan instalarse a compañías internacionales, atraídas por organismos como Invest in Valencia o las universidades públicas, cuyo foco de talento se ha convertido en uno de los principales atractivos de la ciudad.
Son tres las cuestiones que debe abarcar el área planteada para catalogarse como enclave tecnológico. El primero marca que la zona esté vinculada a uno o varios parques científicos o tecnológicos, o bien a redes tecnológicas organizadas pero ubicadas físicamente en distintos emplazamientos. El segundo requisito es que la zona esté destinada a concentrar empresas de alto componente tecnológico o de alta intensidad innovadora.
El tercer punto y último punto marca que la zona a clasificar se encuentre total o parcialmente dentro de un área industrial clasificada como avanzada. En este sentido, es posible que sea necesario expandir el mencionado enclave hacia las zonas universitarias con el fin de estar vinculadas a los parques tecnológicos, que serían los distritos de Algirós y el Pla del Real.
Como se apuntaba, el PSPV realizó un estudio para justificar la solicitud del enclave tecnológico, donde al margen de la propuesta del PP se incluyeron las universidades y Vara de Quart. Este último fue un proyecto impulsado por Sandra Gómez en el que querían facilitar la instalación a grandes empresas tecnológicas en el mencionado polígono dadas las dificultades para encontrar suelo disponible en la ciudad de València. No obstante, éste no encajó a los populares, que han terminado por abandonar la idea.
