VALÈNCIA. El presidente de Vox, Santiago Abascal, usó este martes el mando a distancia para recordarle al presidente de la Generalitat, Carlos Mazón, que los votos de su partido son necesarios para aprobar los presupuestos valencianos salvo que se lance a buscar un acuerdo con PSPV o Compromís, fuerzas que ya han mostrado sus reticencias a alcanzar un pacto con la formación popular.
Así, la visita ayer del secretario general de Vox, Ignacio Garriga, a València para asistir a una reunión del grupo parlamentario en Les Corts, adquirió un papel de recordatorio para el jefe del Consell por parte de Abascal de cara a la aprobación de las cuentas del Gobierno valenciano, las primeras a las que se enfrenta en solitario desde que Vox, por orden de Abascal, rompiera en julio los cinco gobiernos autonómicos que compartía con el PP en España.
Una maniobra que incluso algunos altos cargos 'voxistas' del Gobierno valenciano cuestionaron internamente, pero que parecía obedecer a una estrategia a largo plazo que, ahora, devuelve al partido de Abascal a la primera línea informativa, dado que sin el respaldo de Vox parece más que difícil que Mazón pueda sacar las cuentas adelante.