VALÈNCIA. La votación de la reforma laboral presentada por el Gobierno de Pedro Sánchez de la mano de la vicepresidenta Yolanda Díaz no defraudó a las expectativas creadas: un vodevil que se decidió por un sólo voto focalizado en el error del diputado extremeño del PP Alberto Casero. Un fallo que convirtió cualquier escaño a favor en oro puro: como por ejemplo, el del portavoz de Compromís, Joan Baldoví.
Curiosamente, en la mañana de este jueves más de 50 miembros y cargos de Compromís lanzaban un comunicado con su firma pidiéndole al único diputado de la coalición valencianista que no votara a favor de la reforma laboral. Una petición que, de haber prosperado, habría convertido a Baldoví en el verdugo del anhelado proyecto del Gobierno de España.