La Fed mantuvo los tipos de interés sin cambios en el 4,25% - 4,5%, ya que la incertidumbre "sobre las perspectivas económicas ha aumentado aún más" y "los riesgos de un mayor desempleo e inflación han aumentado".
El presidente de la Fed, Jerome Powell, reiteró que los banqueros centrales no tienen prisa por cambiar la política monetaria y pueden responder, según sea necesario. Señaló que los aranceles actuales podrían conducir a una mayor inflación, a un menor crecimiento y a un mayor desempleo si se mantienen.
En esencia, el presidente Powell reiteró declaraciones anteriores, ya que las aportaciones clave a la política monetaria -el gasto fiscal y los aranceles- siguen sin ofrecer una orientación clara.
Como esperábamos, es probable que esperar y ver siga siendo la estrategia dominante. Recientemente, el banco central ha sido objeto de un nuevo escrutinio por repetir probablemente el error que cometió durante la pandemia: esperar demasiado para ajustar la política monetaria.
Por ahora, pensamos que es poco probable que se enfrente a un choque de oferta similar al de la pandemia, por no hablar del exceso de demanda derivado de la política fiscal.
Creemos que la Fed se mantendrá en una 'pausa hawkish' hasta que se cumplan dos condiciones: en primer lugar, que los aranceles no desencadenen de hecho un efecto de segunda ronda, más allá del cambio puntual en el nivel de precios y, en segundo lugar, que la demanda y la mano de obra se hayan enfriado lo suficiente como para formular expectativas desinflacionistas.
Christian Scherrmann es economista jefe para Estados Unidos en DWS