Comarca y empresa

Aielo de Malferit pone límites a las macroplantas solares y eólicas tras el visto bueno de la Generalitat

La modificación del Plan General veta las instalaciones renovables de más de 10 MW y refuerza la protección ambiental y territorial del municipio

  • Vista aérea del municipio de Aielo de Malferit.
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VALÈNCIA. La expansión de macroplantas de energía renovable se frena en Aielo de Malferit. La Generalitat Valenciana ha emitido este viernes un informe favorable a la modificación puntual número 2 de su Plan General de Ordenación Urbana (PGOU), que regula la construcción de instalaciones fotovoltaicas y eólicas en este municipio de la Vall d'Albaida y restringe grandes proyectos en suelo no urbanizable.

En concreto, el documento considera que la medida no tendrá efectos negativos sobre el medio ambiente y valida la estrategia del Ayuntamiento de Aielo de Malferit para proteger su paisaje agrícola, los viveros de vid y el paraje natural de Cairent. Con este informe ambiental favorable, el consistorio obtiene vía libre para aprobar de forma definitiva su nuevo plan urbanístico.

De este modo, Aielo de Malferit se suma al resto de municipios que han optado por revisar su normativa ante el fuerte crecimiento de este tipo de proyectos en la Comunitat Valenciana. En los últimos años, una veintena de ayuntamientos valencianos han limitado o paralizado la implantación de plantas fotovoltaicas y eólicas en su término. Muchos han optado por suspender licencias de obra mientras revisaban su planeamiento, lo que llevó al Consell a intervenir.

En ese sentido, el gobierno de Carlos Mazón aprobó en julio de 2024 la Ley de Simplificación Administrativa, que prohíbe expresamente a los municipios suspender licencias para la instalación de plantas fotovoltaicas. La norma establece que "los ayuntamientos no podrán adoptar la suspensión de tramitación de licencias prevista en la la Ley de Ordenación del Territorio, Urbanismo y Paisaje (LOTURP), para la implantación de instalaciones fotovoltaicas". 

Sin embargo, esta medida no impide que los consistorios modifiquen su planeamiento urbanístico, como ha hecho Aielo de Malferit, para regular las  condiciones en las que pueden instalarse este tipo de proyectos. De hecho, la decisión municipal llega después de haber mantenido en 2021 una suspensión de licencias mientras se estudiaba la ordenación del suelo no urbanizable. 

Veto a las plantas de más de 10 MW

El nuevo texto del plan general prohíbe las plantas de más de 10 megavatios de potencia y reserva espacio solo para instalaciones de autoconsumo o de pequeña escala, preferentemente en cubiertas o en parcelas vinculadas a edificaciones que ya existen. Además, la modificación delimita las zonas donde sí podrán situarse proyectos renovables. 

Solo se podrá construir en suelos no urbanizables comunes. En el resto, que incluye el paraje de Cairent, las plantas solares y los parques eólicos quedan vetados. En especial, Cairent se considera una zona de alto valor paisajístico, ambiental y arqueológico, por lo que la instalación de renovables está prohibida en ese ámbito.

Asimismo, la modificación recupera las condiciones del antigo Plan Especial de 1999 y añade medidas para conservar la vegetación, los suelos y los recursos hídricos. Por otro lado, el documento precisa las condiciones en que se podrán implantar las pequeñas instalaciones. Las plantas de hasta 1.000 kilovatios deberán ubicarse en parcelas de al menos una hectárea, mientas que las de hasta 10 megavatios se situarán en terrenos de 20 hectáreas.

La energía eólica, también con límites

En el caso de la energía eólica, solo se permitirán aerogeneradores de autoconsumo con una potencia máxima de 3 megavatios, conforme al Plan Eólico de la Comunitat Valenciana. Los proyectos de mayor tamaño deberán tramitarse a nivel autonómico. 

Además, el informe emitido por la Generalitat impone varias condiciones antes de su aprobación definitiva. Entre ellas, incorporar planos que identifiquen las zonas aptas y las que no; adaptar el texto a los criterios del Servicio de Paisaje y atender las observaciones de la Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ) sobre la protección de cauces.

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