VALÈNCIA. Un año después de la Dana que causó graves daños en Torrent, el Ayuntamiento ha comenzado este lunes los trabajos de demolición de las viviendas declaradas en “ruina inminente” tras la catástrofe. Los derribos afectan a los números 1, 3, 5 y 7 de la calle Maestro Fortea y al número 2 de la carretera Mas del Jutge, en el barrio del Xenillet, uno de los puntos más castigados por la catástrofe.
La actuación responde a motivos de seguridad pública ante el riesgo de colapso estructural de los inmuebles, situados en la confluencia del barranco de l’Horteta y el del Poyo. Ya en noviembre del pasado año —apenas un mes después de la Dana— el consistorio ordenó el desalojo y el cierre de la zona tras los informes técnicos de una consultora externa y del servicio municipal de edificaciones, que detectaron erosión en la cimentación y en los muros de contención.
Con el último Decreto de Alcaldía, fechado el 29 de septiembre, el Ayuntamiento declaró formalmente la ruina de los edificios y encargó su demolición mediante un procedimiento de emergencia.
El concejal de Urbanismo, José Gozalvo, explicó que el consistorio “lleva un año trabajando con informes, mediciones y estudios técnicos muy exhaustivos, coordinando a la Policía Local, los servicios de Urbanismo y las empresas de emergencia para actuar con todas las garantías”.
Los trabajos costarán más de 500.000 euros
El coste total de los trabajos asciende a 526.024 euros, incluyendo la demolición, la gestión de residuos, la dirección de obra y la coordinación de seguridad y salud. Las obras se realizarán de manera escalonada y coordinada con los trabajos hidráulicos que se ejecutan en el entorno.
Durante las labores, el puente de Quatre Camins permanecerá cerrado al tráfico los días 3, 4 y 5 de noviembre durante las 24 horas, y al paso de peatones entre las 8:00 y las 18:00. También se cerrará el paso inundable de Maestro Fortea de lunes a viernes durante toda la jornada.

- Viviendas afectadas por la Dana en Torrent. -
- Foto: AYUNTAMIENTO DE TORRENT
Paso previo a las obras hidráulicas
El derribo permitirá avanzar en las obras de mejora de los barrancos del Poyo y l’Horteta, que confluyen en la zona. La intención es facilitar la estabilización del talud y la reconstrucción del colector norte de aguas residuales, destruido por la riada y que canaliza las aguas industriales del polígono Mas del Jutge hasta la EDAR de Torrent.
Los informes técnicos señalaban que la presencia de los edificios impedía ejecutar los trabajos con seguridad bajo su cimentación, por lo que su demolición era condición indispensable para continuar con la reconstrucción del talud y las infraestructuras hidráulicas afectadas.