Comarca y empresa

De una moción de censura fallida a romper el pacto de gobierno: Vox facilita un gobierno de izquierdas en Massamagrell

Vox ya tanteó la posibilidad de votar una moción junto al PSPV en enero, pero los socialistas se negaron

  • José Manuel Palanca durante una atención a medios
Suscríbe al canal de whatsapp

Suscríbete al canal de Whatsapp

Siempre al día de las últimas noticias

Suscríbe nuestro newsletter

Suscríbete nuestro newsletter

Siempre al día de las últimas noticias

VALÈNCIA. El inesperado giro político vivido este fin de semana en Massamagrell sorprendió a todos, especialmente a quien finalmente se quedó con la vara de mando: Paco Gómez, que volvió a la alcaldía de esta localidad de l’Horta Nord casi por sorpresa.

Como ya informó este diario, el pasado sábado estaba previsto que se celebrara el pleno de investidura de Juan Zamorano, candidato del partido municipalista Veïns per Massamagrell, como nuevo alcalde. Según el acuerdo alcanzado con el Partido Popular y Vox tras las elecciones de 2023, la alcaldía se repartiría en dos tramos: dos años para la popular Pilar Peris y otros dos para Zamorano.

Sin embargo, el desarrollo del pleno dio un giro inesperado: el único concejal de Vox en el consistorio, José Manuel Palanca, decidió votarse a sí mismo como alcalde, rompiendo así el pacto de gobierno y permitiendo que la vara de mando recayera en la lista más votada, la del PSPV, encabezada por el exalcalde Paco Gómez.

Gómez, que tras dos años vuelve a ser alcalde, es concejal en Massamagrell desde 2007. Se presentó por primera vez a la alcaldía en 2011, pero no fue hasta 2015 cuando accedió al cargo tras un pacto con Compromís que contemplaba la alternancia. En 2019 logró gobernar en minoría: aunque Compromís y Podemos no le dieron su apoyo directo, se abstuvieron en su investidura. Ya entonces, Gómez calificó aquella legislatura como “rara, difícil y muy complicada”.

El pacto de gobierno vigente hasta ahora tenía un único objetivo: desbancar a Gómez, quien había ganado las elecciones y podría haber reeditado un pacto con Compromís –sumando 8 concejales frente a los 7 de PP y Vox–. Veïns tenía la llave con sus dos ediles, y acabó aliándose con los populares, pero nunca llegó a materializar su acceso a la alcaldía por el movimiento final de Vox.

Tal como avanzó este diario en previsión del cambio de alcaldías en la provincia de Valencia, el pacto con la extrema derecha se fraguó sin ofrecerle a Vox la alcaldía, y sin un programa plenamente alineado con sus exigencias, por lo que se intuía que podría haber tensiones.

Vox planteó al PSPV una moción de censura

Y así fue. Meses antes del pleno, Vox tanteó al PSPV con una moción de censura por su hartazgo con el equipo de gobierno. Los socialistas rechazaron la propuesta: no contemplaban un pacto con Vox. Aún así, lo que sigue resultando llamativo es que Vox haya facilitado una alcaldía al PSPV. Preguntado por este periódico y en atención a los medios de comunicación el pasado lunes, el concejal de vox, José Manuel Palanca, aseguró que su voto "no se basa en quién ocuparía la alcaldía, sino en mantener nuestros principios, nuestras ideas y la dignidad de quienes nos votaron", una explicación difícil de conciliar con el hecho de entregar el poder al PSOE. Además, culpo a Veïns de que Massamagrell tuviera un alcalde socialista.

Según explicó, su intención era renegociar el acuerdo con Veïns. Además de las condiciones ideológicas habituales de Vox —como la retirada de símbolos no nacionales, autonómicos o locales, o sustituir el término “violencia machista” por “violencia doméstica”— Palanca también reclamaba mejoras personales: equiparar su salario al de los concejales liberados del PP y Veïns (lo que implicaba una subida de sueldo), asumir la segunda tenencia de alcaldía y renegociar las competencias de Cultura y Agricultura.

La negativa de Veïns a aceptar algunas de estas condiciones fue, según Vox, lo que motivó la ruptura del pacto. Aun así, el resultado ha sido paradójico: romper con sus socios para devolver la alcaldía al PSOE. Aunque es cierto que los acuerdos de gobierno con PP y Veïns limitaban la proyección ideológica de Vox, no dejaban de permitirle influir y ostentar competencias en un gobierno de derechas.

Y a pesar de su decisión, destaca el reproche de sus propios votantes, que ya no solo abuchearon a Palanca en el pleno de investidura, si no que el pasado lunes, cuando decidió justificarse ante los medios y los vecinos que quisieron escucharle, le culparon de dejar que el PSPV ostentara de nuevo la alcaldía. 

Recibe toda la actualidad
Valencia Plaza

Recibe toda la actualidad de Valencia Plaza en tu correo