VALÈNCIA. A escasos pasos de la plaza del Ayuntamiento de València, tras las puertas del Salón Noble del Ateneo Mercantil, se reencuentran fragmentos que simbolizan el resurgimiento de la sociedad valenciana y, al mismo tiempo, el recuerdo imborrable del trabajo que todavía queda por hacer. Sobre mantos blancos y durante este fin de semana, alrededor de 15 empresas artesanas afectadas por la Dana del 29 de octubre celebran un mercado que espera ayudarles a recuperar parte del dinero perdido durante la riada.
El Mercado Artesanal, organizado por el Club de Innovación del Ateneo Mercantil, cuenta no solo con artesanos que con sus puestos pretenden recaudar dinero para continuar con sus actividades, sino que además incluye varios proyectos que recaudan fondos para fundaciones. Incluso la decoración del mercado está a cargo de Toñi Illescas, de Etma Events, empresa también afectada por la Dana. Carlos de la Cruz y Alicia Mora, coordinadores del proyecto, son quienes han llamado a los artesanos para que esto ocurriera. “Queríamos montar esto para ver de qué manera podíamos ayudar a no olvidar lo que ha pasado, porque todavía queda mucho que hacer” respalda Mora.

- Elementos decorativos en el Mercado Artesanal en recuerdo de los pueblos afectados por la Dana -
- Foto: CARLA PÉREZ
Visa Promig sabe bien que, de hecho, todavía queda mucho que hacer. En su puesto, ella no vende los productos que produce, sino collares y pendientes que forman parte de "su pasado" y que hace en su tiempo libre. En realidad, ella se dedica a hacer talleres en relación con la igualdad y a desmontar estereotipos desde la coeducación. Aquel 29 de octubre tuvo que suspender un mural colaborativo que iba a realizar en Alfafar. Ese mismo día también le cancelaron las actividades que tenía planeadas para el día siguiente. En Massanassa, donde está su casa, su coche fue arrastrado por la riada. “Perdimos todo lo que estábamos haciendo. El material que teníamos en almacenes y colegios, marionetas para cuenta-cuentos… Las pinturas navegaron por el mundo” dice Visa Promig. “A nivel material no hemos recuperado nada”, afirma: “Por eso es una gozada cuando surgen proyectos así”.
A Visa Promig no solo le acompañan sus pendientes de estrellas y corazones, sus pines y sus tazas de Mary Poppins. Junto a ella, rodeada de conejitos de trapo se encuentra Abril, Pepita Calabaza, amiga suya y artesana textil afectada por la riada. “Tras la Dana mi actividad se vio paralizada. Estaba realizando un taller de bordado en la Escuela de Adultos de Catarroja y la escuela quedó destrozada, no creo que se pueda volver a retomar por lo menos este curso” recuerda. Ella vive en Albal y tuvo que cerrar la tienda en noviembre para volver a abrirla en diciembre. Pero a pesar de su situación, recuerda que hay muchos negocios que no son tan afortunados como ella: “Todavía estamos en fase de emergencia. Hay muchos comercios que están sin abrir, gente con problemas, ascensores que no funcionan, gente que no puede salir a la calle…”

- Pepita Calabaza junto a Visa Promig en el Mercado Artesanal -
- Foto: CARLA PÉREZ
Para Visa Promig, el olvido de la catástrofe es mucho más real de lo que muchos podrían pensar. “Venimos aquí con la idea de que no se olvide lo ocurrido”, reclama: “Parte de València tiene claro que esto no ha acabado, pero hay otra parte que actúa como si estuviese ya todo bien. Este tipo de eventos ayuda a que la gente se de cuenta de que esto no ha acabado”.
Ese es también el objetivo de la organización. Carlos de la Cruz reclama que estas actividades ayudan a darse cuenta que nada está arreglado: “La realidad es completamente otra. Antes tenías los voluntarios que querías, ahora hay dificultades para conseguirlos”. El objetivo del Mercado Artesanal era acomodar a treinta negocios, “pero hay muchos que no podían venir porque no tenían nada que vender”.

- Productos de Pepita Calabaza -
- Foto: CARLA PÉREZ
Los escombros dejados por la Dana se ven reflejados especialmente en el centro del Salón. En una larga mesa descansan diversas fotografías, realizadas por Carlos Gimart, que representan los cuadros del pintor valenciano Joaquín Sorolla. En ellas, el entorno ha quedado completamente marcado por el paso de la riada. Este proyecto, llevado a cabo por la agencia Ebun, en beneficio de la Fundación Horta Sud, nace de la mente de Santi y Majo. Ellos son dos amigos “artistas sin arte” −como se definen− que querían crear una agencia creativa enfocada en un trasfondo cultural. Tras la riada, y mientras ofrecían su ayuda a vecinos, Santi veía como ingenieros improvisaban maquinaria y “hacían magia”: “En ese momento decidimos que queríamos ayudar con la creatividad, y construir un robot hecho de lavadoras y microondas” recuerda Santi.
Pero el proyecto dio una vuelta de tuerca cuando, tras un paseo y darse cuenta de las excesivas infraestructuras necesarias para aquel robot, la idea de emplear la cultura valenciana para su proyecto surgió. “Sorolla ha configurado los espacios de Valencia en nuestro imaginario, en las playas, en esas casas tan mediterráneas… Todo ese ambiente super feliz. Pero esos lugares ya no están, han sido destrozados”, afirma Santi: “Queríamos preguntarnos como se sentirían ellos, esos personajes de aquellos cuadros, si vivieran en València tras la Dana”.
Tanto los artesanos como los proyectos que participan en este mercado están, hasta el momento, muy satisfechos con la recepción. “Mi iaia ha llorado al verlo” dice Santi: “Mucha gente ha venido a contarnos su historia”. “Mi padre habló ayer con una mujer cuya tía era dueña de una de las casas destruidas que aparecen en las fotografías” afirma Majo. Así, las historias se entremezclan en una solidaridad que parece no finalizar.

- Recreación de las pinturas de Joaquín Sorolla, por el fotógrafo Carlos Gimart y la agencia Ebun -
- Foto: CARLA PÉREZ
Los pañuelos solidarios vendidos por las Falleras Mayores Infantiles de València están ya en las últimas unidades. El dinero recaudado por las ventas de estos pañuelos va destinado a la organización “Ajuda’m, t’ajude”, que gestiona la ayuda para 33 comisiones falleras cuyos casales se vieron afectados por la Dana. “Necesitan ilusión, tener una motivación y ver que están arropados por València” afirma Laura Carsí Vaello, Fallera Mayor Infantil de València de 1980.
El apoyo se puede sentir en los abrazos del puesto de Ana Bonora y Luis Benages. Su negocio, 27 abrazos, es el que más cercano se encuentra a la entrada del salón. Esculturas, anillos, ilustraciones, collares… Todo son abrazos. Como el resto de negocios presentes, su tienda se vio ahogada hasta las caderas aquel 29 de octubre. “Esta escultura se salvó” recuerda Bonora mientras muestra la figura de dos personas abrazadas: “Le calló una estantería encima y quedó prácticamente intacta, pero todavía no he podido quitarle el barro del todo”. Al menos el abrazo fue más fuerte que la riada.

- Escultura de 27 abrazos -
- Foto: CARLA PÉREZ
Rodeando los puestos de los 15 negocios y proyectos que se exponen en el Ateneo Mercantil hay familias, niños, adultos, parejas de veinteañeros y amigos jubilados. Hay valencianos, vecinos de zonas afectadas y vecinas de comarcas que se salvaron. Hay extranjeros y gente que solo entra a mirar. Es sábado por la mañana, y la solidaridad se sigue notando tres meses después de la riada. Carlos de la Cruz, que está en constante comunicación con los artesanos, afirma que todos están muy contentos: “La afluencia se ha transmitido muy bien y el Ateneo Mercantil es un sitio privilegiado. Ha costado mucho esfuerzo, pero es gratificante. Merece la pena el esfuerzo” afirma.
Las piezas artesanales descansan en manteles blancos para que todo el mundo las vea. Manteles impolutos, sin ni una mancha de barro. Junto a ellos, quienes entren podrán ver, no obstante, la pala que utilizó Toñi para limpiar su casa. Podrán ver también cestas decoradas con la bandera de la Comunitat Valenciana. Podrán ver los famosos sombreros y parasoles de Joaquín Sorolla, atuendos de fallera y recuerdos a los pueblos afectados. Pero sobre todo quienes entren, podrán darle una oportunidad a algunos de los negocios que a pesar de haberse ahogado de barro, intentan salir a la superficie.

- Elementos decorativos en el Mercado Artesanal en recuerdo de los pueblos afectados por la Dana -
- Foto: CARLA PÉREZ