VALÈNCIA. El conflicto por la ubicación de la planta de biomasa en la comarca de la Plana Utiel-Requena ha abierto un nuevo frente político en la Diputación de Valencia. Lo que comenzó como un proyecto estratégico alineado con la Ruta Valenciana de Biogás, un plan que prevé la construcción de un centenar de plantas de gas renovable en la provincia, ha derivado en una pugna entre Sinarcas y Utiel, municipios que ahora se disputan la construcción de esta infraestructura.
En noviembre de 2021, la Diputación de Valencia presentó el Plan Director de Biomasa a los municipios adheridos a la Mancomunidad Interior Tierra del Vino. En el documento inicial, se planteaban como opciones Utiel y Requena, pero el elevado coste del suelo en estas localidades -cifrado en 80.000 euros-, hacía inviable su elección. Fue entonces cuando Sinarcas movió ficha y ofreció un terreno de 3.000 metros cuadrados con acceso a luz y agua, sin coste para la Administración.
Según explica la alcaldesa de Sinarcas a Valencia Plaza, la socialista María José Clemente, este factor fue determinante para que su municipio fuera escogido. "Me dijeron que si lo ofrecíamos gratis, estaba claro que iba a Sinarcas", asegura Clemente. Durante dos años, técnicos de la Diputación visitaron la localidad, realizaron estudios de viabilidad y emitieron los informes preceptivos. La alcaldesa de Sinarcas sostiene que todo estaba listo para que las obras comenzaran en marzo de 2023.
Sin embargo, su sorpresa fue mayúscula cuando, en febrero de ese mismo año, realizó una consulta a la corporación provincial para preguntar por los plazos y descubrió que la planta de biomasa ya no se iba a construir en su municipio. En su lugar, el nuevo emplazamiento sería Utiel, cuyo alcalde, el 'popular' Ricardo Gabaldón, se había mostrado interesado en acoger dicha infraestructura.
Los argumentos de la Diputación
El traslado de la planta de biomasa a Utiel no ha sentado bien en Sinarcas. Su alcaldesa denuncia que la decisión responde a "criterios políticos" y no técnicos. "Nos la han quitado porque el alcalde de Utiel se ha ilusionado con que la planta se haga allí", afirma Clemente. Es más, les acusa de "dedocracia" y considera que el cambio de ubicación se fraguó en los despachos de la Diputación sin ninguna justificación técnica.
Por otra parte, la alcaldesa sostiene que, desde la corporación, nunca se le ha facilitado la documentación pertinente que respalda esa decisión. "He pedido en dos ocasiones el expediente justificativo del traslado y todavía no me han contestado, ni me han dejado acceder a él", lamenta. A su juicio, la única explicación es política: "Me reuní con el presidente de la Diputación, con el diputado de Medio Ambiente y con (Ricardo) Gabaldón, pidiéndoles que respetaran el proceso llevado en Sinarcas, pero la respuesta fue que la planta se iba a Utiel".

- Ayuntamiento de Sinarcas, en una imagen de archivo. -
- Foto: AYUNTAMIENTO DE SINARCAS
Desde la Diputación, rechazan esta versión y aseguran que la decisión atiende a criterios "estrictamente técnicos". En un informe elaborado por el Servicio de Medio Ambiente, al que ha tenido acceso este diario, se argumenta que el suelo ofrecido por Sinarcas es rústico y está sujeto a procesos administrativos complejos que podrían retrasar la ejecución del proyecto. Además, la parcela ofrecida por el consistorio se encuentra en un ámbito de protección arqueológica, lo que podría generar nuevas trabas en la tramitación.
En cambio, este mismo informe señala que Utiel ha puesto a disposición del proyecto terrenos en suelo industrial, ya urbanizados y con todos los servicios disponibles. Por tanto, la Diputación defiende que esta opción permitirá reducir costes, agilizar la concesión de licencias y minimizar la huella de carbono, al estar más cerca del punto de consumo final. Además, mientras que en Sinarcas la concesión de licencias debía pasar por la Generalitat Valenciana, en Utiel el trámite es municipal, lo que evitará retrasos y garantizará que la obra se ejecute dentro de los plazos exigidos por la financiación europea.
El alcalde de Utiel se desmarca de la polémica
Por su parte, el alcalde de Utiel, Ricardo Gabaldón, niega a Valencia Plaza que haya habido una oposición política para quedarse con la planta de biomasa. "Yo no tengo conocimiento de que estuviera prevista en ningún sitio", sostiene. No obstante, admite que su municipio se interesó por el proyecto y que, tras evaluar las condiciones, formalizó una solicitud para albergar la instalación en junio de 2024. "Nosotros dijimos que Utiel estaba dispuesto. Es lo único que sé", iniste Gabaldón.
Sin embargo, para la alcaldesa de Sinarcas, el relato de la Diputación y el Ayuntamiento de Utiel no se sostiene. "Nosotros teníamos todos los informes favorables. Esto no es solo una cuestión de desarrollo, sino de supervivencia para Sinarcas", subraya Clemente, quien considera que su municipio, con riesgo de despoblación, era el más beneficiado por la creación de empleo que generará la planta.
Por ese motivo, la alcaldesa ha decidido judicializar el proceso. Mientras la Diputación defiende la ubicación en Utiel como la opción más viable desde el punto de vista técnico y económico, Clemente se aferra a la idea de que el cambio ha sido una maniobra política encubierta. "No vamos a quedarnos de brazos cruzados", advierte. La batalla judicial está servida.