VALÈNCIA. En las semanas previas al Sorteo de la Lotería de Navidad, muchas personas no compran un décimo cualquiera. Buscan fechas señaladas, terminaciones concretas o administraciones a las que se les atribuye "buena suerte". Es una mezcla de costumbre y superstición que se repite cada mes de diciembre, pero que el año pasado se intensificó tras la Dana del 29 de octubre de 2024.
Entonces, la compra de lotería se cargó de un significado añadido: la idea de que, después de una catástrofe, debía llegar algún tipo de recompensa. De este modo, los municipios más afectados por las inundaciones se convirtieron en destino de compradores llegados desde toda la provincia y otros puntos de España, que pedían números vinculados a aquel día o, simplemente, querían un décimo de la 'zona cero'. Un año después, esa forma de mirar a la suerte sigue presente, aunque con matices.

- Lotería "La Millonaria" de Paiporta.- Foto: MARGA FERRER
Baja el flujo de compradores en la 'zona cero'
En la Administración de Lotería número 1 de Paiporta, conocida como "La Millonaria", la campaña de Navidad vuelve a traer movimiento al municipio, aunque de forma distinta a la del año pasado. Su propietaria, Cristina Piles, explica que este diciembre se nota algo más de afluencia, aunque lejos de la excepcionalidad vivida en 2024, cuando la Dana atrajo a numerosos voluntarios y visitantes que aprovecharon su paso por el pueblo para colaborar con el comercio local.
"El año pasado fue muy diferente, hubo muchísima más gente. Este año ese flujo ya no está, pero aun así se nota que la gente quiere ayudar", señala. Ese apoyo llegó también desde fuera de Valencia. La administración ha incrementado ligeramente los envíos de lotería a nivel nacional, tanto a la península como a las islas, a clientes que repiten cada año o a personas que mantienen un vínculo con Paiporta.

- Cristina Piles, dueña de la lotería "La Millonaria" de Paiporta. - Foto: MARGA FERRER
"No es solo la gente del pueblo, también hay quien llama por teléfono o viene cuando está de vacaciones, quiere ver cómo está todo y aprovecha para comprar", explica Piles. En cuanto a las preferencias, este año han cambiado los números más demandados. Si en 2024 uno de los más buscados fue el que acababa en 29 o el 29024, en alusión directa a la fecha de la catástrofe, este año esa terminación apenas se solicita. "Nos están pidiendo mucho el cero, más de lo habitual. Normalmente destacan el 3, el 5 o el 7, pero este año el cero se repite mucho", apunta.
La Navidad de 2025, una "normalidad recuperada"
La administración reabrió el 2 de diciembre, poco más de un mes después de verse obligada a cerrar el 29 de octubre. Aunque el local es pequeño, Piles recuerda que el verdadero reto estuvo en todo lo que no se ve: limpiar y recuperar miles de décimos, reorganizar el sistema informático y sustituir el servidor. "Fue bastante caótico, pero no se rehizo nada, se recuperó todo", explica. Incluso hubo clientes que pidieron conservar sus décimos con restos de barro como símbolo de lo vivido.
A las puertas de Navidad, la sensación es de cierta normalidad recuperada. "Diciembre siempre trae más movimiento, incluso de gente que no compra lotería durante el año, porque la tradición es la tradición", resume Piles. Un pequeño impulso que, como en otros comercios del municipio, se vive también como un gesto de apoyo a la recuperación de Paiporta.

- Lotería "La Millonaria" de Paiporta. - Foto: MARGA FERRER
Expectativas y preferencias de los compradores de lotería
Esa diferencia respecto al año pasado también la perciben los propios vecinos de Paiporta que acuden a comprar su décimo. Entre los clientes habituales, la sensación general es que la fiebre asociada a la Dana se ha suavizado. "Este año ha bajado un poquito la intensidad", asegura uno de ellos, en referencia a la búsqueda casi obsesiva de números concretos vinculados a la riada.
Frente a 2024, cuando la superstición marcaba las compras de lotería, ahora muchas personas vuelven a guiarse por preferencias personales. "He comprado este número porque es la fecha del cumpleaños de mi hijo", explica uno de los compradores que salen de La Millonaria. Aun así, la esperanza de que la suerte recaiga en el municipio sigue muy presente.

- Un cliente sostiene un décimo de Lotería de Navidad.- Foto: MARGA FERRER
Otro cliente reconoce que él compra lotería con ese deseo explícito: "Esperemos que caiga aquí el año después de la Dana". En su entorno, cuenta, esa idea también se repite. Insiste en que sus familiares y conocidos le envían a esta administración de Paiporta porque "va a tocar". Una expectativa que se transmite casi como un rumor constante en estas fechas.
Más que el número en sí, lo importante para muchos es el lugar donde se compra el décimo. "Ya no es tanto el número, sino que sea de Paiporta", resume un cliente. Esta lógica se repite en otras zonas del país: administraciones con fama propia, como Doña Manolita en Madrid o Manises en Valencia, a las que se les atribuye más probabilidad de repartir premios por el volumen de ventas.

- Clientes en la lotería "La Millonaria" de Paiporta. - Foto: MARGA FERRER
"Tienen tantos números que al final alguno tiene que salir", razona. Esa mezcla de tradición, fe en la estadística y apego al territorio explica que, aunque la superstición se haya moderado, la Lotería de Navidad siga funcionando como un pequeño hilo que conecta a Paiporta con compradores de dentro y fuera del municipio.