VALÈNCIA. La promotora Urbania Developer ha salido al paso de las críticas por los retrasos en la entrega de los 36 chalets que forman la futura urbanización Residencial Calicanto Village, situada en el término municipal de Godelleta. Según asegura la empresa en un comunicado al que ha tenido acceso Valencia Plaza, el proyecto sigue en marcha y las viviendas se entregarán "cuanto antes". La promotora, con más de 20 años de trayectoria en el sector, afirma que el desarrollo de esta promoción cuenta con licencia en vigor y que la obra no está paralizada, sino que avanza a pesar de "los obstáculos administrativos y técnicos" surgidos en los últimos meses.

Según Urbania, la primera fase del conjunto residencial, que incluye chalets pareados de tres y cuatro habitaciones, se encuentra ejecutada en un 95%, mientras que la seguda ronda el 75% y la tercera continúa dentro de los plazos previstos. Además, la compañía sostiene que ha invertido cerca de dos millones de euros en esta promoción, donde ha tenido que "asumir gastos que no le correspondían", como la instalación de una planta de oxidación para el tratamiento de aguas residuales o la actualización del centro de transformación eléctrica.

El principal escollo, explican desde la promotora, reside en el "enfrentamiento entre los ayuntamientos de Chiva y Godelleta" sobre quién debe garantizar el suministro de agua potable a la urbanización. Urbania subraya que no es responsable de este conflicto y que, de hecho, el acta de finalización parcial de obras correspondiente al año 2010 ya acreditaba la viabilidad de los servicios.

A este bloqueo, se suman los daños ocasionados por la Dana del 29 de octubre, que afectaron tanto a las viviendas como a los accesos de la urbanización, así como los retrasos en la actualización de algunos suministros que deberían haber estado activos y las medidas de seguridad adoptadas para evitar ocupaciones en los chalets terminados. Con todo, la promotora insiste en que los compradores "no están desprotegidos".

Urbania afirma que las aportaciones realizadas, que representan el 20% del valor de la vivienda, cuentan con avales bancarios, a pesar de que, al tratarse de una rehabilitación y no de obra nueva, la ley no la obligaba a ello. La promotora también destaca que quienes han solicitado la devolución de las cantidades entregadas han recuperado su dinero "sin necesidad de iniciar procedimientos judiciales, aunque algunos optaran por hacerlo a través de representantes legales".

Urbania reitera su compromiso de entregar las viviendas

El comunicado de Urbania Developer llega en un momento delicado. Los futuros propietarios denunciaron hace unas semanas que, seis meses después de la fecha prometida para recibir las llaves, las viviendas no están listas para habitar, con interiores "todavía sin terminar" en muchos casos. De forma paralela, el PSPV de Godelleta anunció que llevará el caso a la Fiscalía Anticorrupción, al considerar que el ayuntamiento permitió la continuidad de las obras pese a que la licencia inicial, otorgada el 26 de julio de 2007, caducó tres años más tarde, sin haberse solicitado una prórroga.

En declaraciones a este diario, los socialistas advirtieron de que este hecho podría constituir "un delito de prevaricación y dejación de funciones". Además, critican que la promotora no haya cumplido ciertos requisitos como la instalación de un punto de vertido de aguas residuales, que debe autorizar la Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ). A su juicio, esta situación agrava "la inseguridad jurídica del proyecto".

Pese a este panorama, Urbania Developer asegura que la viabilidad del Residencial Calicanto Village no está en entredicho y defiende su voluntad de transparencia con los compradores. "Sabemos que la situación ha generado frustración y desconfianza, pero mantenemos el contacto con los compradores y reiteramos nuestro compromiso: vamos a terminar y entregar las viviendas", concluye la promotora en su comunicado oficial.

Los futuros propietarios discrepan de esta versión

No obstante, los futuros propietarios discrepan de la versión oficial y denuncian que el grado de ejecución real está muy lejos del anunciado. Aseguran que de las quince viviendas de la primera fase, "solo cuatro están medio terminadas" y que muchas presentan un estado similar al de la segunda fase, con escasos avances.

Critican que la promotora "mienta reiteradamente, jugando con nuestros sueños", y reclaman que se muestre el estado de todas las casas y no únicamente de las más avanzadas. "Si de verdad cumplen y se ponen manos a la obra, genial, es lo que queremos todos, pero que no nos engañen más", insisten.