VALÈNCIA. La noticia de una posible moción de censura contra la alcaldesa de Torrent, Amparo Folgado, ha dejado descolocados a muchos, sorprendentemente también a quienes la estarían impulsando. Aunque la idea no es nueva —ya estalló hace meses sin un resultado definitivo—, una filtración la ha devuelto esta semana al centro de la polémica.

Sin embargo, el movimiento ha pillado desprevenidos a todos los actores implicados, que aseguran ser meros “espectadores” de unas informaciones que la prensa valenciana intenta contrastar cada día.

Según distintas fuentes implicadas en las negociaciones, el exalcalde socialista Jesús Ros sería el responsable de reactivar la moción y la persona que asumiría la vara de mando si prosperara. No obstante, el propio Ros sostenía este martes justo lo contrario: aseguraba que nadie se había dirigido a él y que desconocía por completo el motivo de la reaparición repentina del asunto.

Por su parte, la Ejecutiva Nacional del PSPV negaba a Valencia Plaza haber dado “luz verde” a los socialistas torrentinos para presentar la moción. En la misma línea, el secretario de Organización del partido, Vicent Mascarell, afirmaba ante los medios que el PSPV “ni avala ni contempla” apoyar una operación que dependa del voto de “un tránsfuga y ex de Vox”, en referencia al concejal no adscrito Guillermo Alonso del Real.

"Un engorro" del PP

Mientras tanto, el PSPV de Torrent ha optado por el silencio. Su portavoz municipal, Andrés Campos, sostiene que “no hay nada nuevo” ni tampoco “nada que comunicar, ni a la prensa ni al partido”, y evita pronunciarse sobre el rumbo que podrían tomar las conversaciones ahora que la dirección nacional descarta cualquier pacto con Alonso del Real. Campos, de hecho, apunta hacia el PP al sugerir que la filtración podría ser “un engorro” buscado por los populares.

¿Qué se juega el PSPV?

Esta situación abre interrogantes sobre la coherencia interna del PSPV. Mientras la dirección autonómica aseguraba estar al tanto de las conversaciones de sus representantes en Torrent, ahora niega cualquier acuerdo con el concejal no adscrito. Esto podría evidenciar un distanciamiento entre la estructura autonómica y la local, donde Ros —aunque ya sin cargo orgánico— sigue ejerciendo un peso simbólico en un grupo socialista que acaba de estrenar una nueva secretaria general elegida por solo dos votos de diferencia.

Compromís tiene el sí de su dirección

Desde Compromís se muestran sorprendidos de que ahora “nadie sepa nada”, porque insisten en que es Ros quien ha impulsado el movimiento. El portavoz valencianista en el consistorio, Xavi Martí, afirma que no saben “cómo acabará esto” y que “sobre la mesa han estado las mismas condiciones que hace meses”. Compromís cuenta con el respaldo de su formación para apoyar la moción, y por extensión también el de Podem y Esquerra Unida, sus socios de coalición.

Martí reconoce que las negociaciones habían avanzado, pero asegura que “no todo se había perfilado” para presentar ya una moción. Además, señala que es el PSPV quien lidera el movimiento, manteniendo conversaciones por separado con Compromís y con Alonso del Real.

Conviene recordar que fue precisamente la necesidad de contar con el voto del ex concejal de Vox lo que llevó a Compromís a enfriar las negociaciones anteriores y mostrar reservas ante la moción.

¿Qué opina el exconcejal de Vox?

Alonso del Real confirmaba este martes a Valencia Plaza que ha mantenido conversaciones con representantes del PSPV y de Compromís, pero subraya que no existe ningún acuerdo cerrado. Su voto, asegura, dependerá de que se firmen “compromisos muy concretos” para desbloquear lo que describe como una “gestión municipal paralizada”.

Su apoyo es decisivo porque es la pieza que decanta la balanza. Tras su salida del gobierno de Folgado, el ejecutivo quedó en minoría, y su voto es el que puede otorgar o retirar la mayoría del pleno.

Entre sus líneas rojas cita la aprobación de unos presupuestos para 2026 y una planificación clara de los más de 115 millones destinados a la reconstrucción. Advierte que sin garantías, mecanismos de seguimiento y compromisos firmados, no respaldará la iniciativa. También recalca que no exige entrar en el gobierno: afirma que no busca “sillones”, sino resultados para la ciudad.

Al mismo tiempo, insiste en que no ha mantenido conversaciones con Folgado ni con el PP para garantizar su apoyo a la alcaldesa en caso de moción.

Folgado carga contra el PSPV

Folgado ha criticado con contundencia que el PSPV y Compromís estarían preparando una moción de censura con el apoyo del concejal no adscrito y ex portavoz de Vox, acusándoles de anteponer “intereses partidistas” a la reconstrucción de Torrent tras la Dana. A su juicio, tratar de arrebatar la alcaldía al PP supone “una falta de respeto” a la voluntad expresada por los vecinos en las elecciones de 2023.

La alcaldesa también ha señalado lo que considera una contradicción del PSPV: “Ponen líneas rojas al PP por acuerdos con Vox, pero están dispuestos a llegar a la alcaldía con el apoyo de alguien que hasta hace menos de un año era portavoz de Vox”. Asegura que esta situación genera desconcierto entre los vecinos: “Muchos votantes socialistas no entienden que su partido negocie con quien representaba a Vox hace unos meses”. Además, la alcaldesa advierte de que la operación supondría paralizar la acción municipal: “Si lo que buscan son las sillas y los sueldos, olvidan que Torrent está en un momento de gestión complicada”, afirma.

A día de hoy no hay votos suficientes comprometidos, pero tampoco está la operación enterrada. Todo depende de si el PSPV decide asumir el coste político de negociar con Alonso del Real y de si Compromís mantiene su disposición inicial.

El ruido, por tanto, evidencia no solo la fragilidad de un gobierno local en minoría, sino también las tensiones internas en la izquierda y el peso decisivo de un único concejal.