VALÈNCIA. La Falla Nou Sedaví, una pequeña comisión de 150 falleros, es un ejemplo más de la solidaridad que ha demostrado tener el mundo de las Fallas tras la devastadora Dana del 29 de octubre. Cuando el agua alcanza casi los dos metros de altura y lo arrasa todo a su paso, es difícil imaginar que algo pueda salvarse. Eso fue lo que ocurrió en el casal de la Falla Nou Sedaví el día que la Dana azotó Valencia, la fuerza de la riada redució a escombros el esfuerzo y la ilusión de una pequeña comisión.
Para la Falla Nou Sedaví, cuyos recursos son limitados, la pérdida fue devastadora. Mientras algunas fallas con mayor capacidad económica pudieron rehacer sus monumentos, esta pequeña comisión se vio obligada a buscar alternativas. Llenos de incertidumbre pero decididos a no rendirse, lanzaron un llamamiento a través de redes sociales para solicitar la donación de ninots.
"No teníamos nada y hemos hecho mucho", cuentan a Valencia Plaza la directiva de esta comisión, conformada por Nuria Díaz, Lorena Nieto y Maria Jesús Gascó. La respuesta solidaria no se hizo esperar, a través de las redes sociales o acudiendo directamente en persona, falleros de toda la Comunitat han llevado ninots a esta falla. A Nou Sedaví han llegado ninots de municipios como Dénia, Alquàs, Almussafes, Foios, Corbera, Llíria, Torrent y muchos más. También recuerdan con emoción los ninots que fueron donados por otras fallas de Sedaví, como el de la falla Sant Torquat, que indultarán este año.

- El ninot indultado donado por la Falla Sant Torquat de Sedaví -
La directiva de la Falla Nou Sedaví relata con emoción cómo vivieron el proceso de recibir ninots desde distintos puntos de la Comunitat Valenciana para poder reconstruir su monumento fallero. La respuesta solidaria de otras comisiones fue tal que incluso recibieron el ninot indultado de la Falla Municipal de València del año 2016, donado por Alicia Moreno, fallera mayor de aquel año. Además, quienes acudieron a ofrecer su apoyo dejaron mensajes de ánimo en una libreta que hoy se conserva con aprecio en esta comisión de l'Horta Sud, como símbolo del respaldo recibido en un momento tan difícil. A cada ninot ahora le han añadido desde la comisión el nombre de la falla de dónde viene, el nombre de quién los trajo y su año.
Las presidentas de la Falla, Nuria, Lorena y María Jesús, aún relatan con asombro y pesar lo ocurrido aquella trágica noche. La fuerza del agua abrió un boquete en la parte trasera de la nave donde se encuentra el casal, que terminó derribando también la puerta principal. En el amplio interior del casal, el agua alcanzó casi los dos metros de altura, arrasando con todo a su paso. A pesar de las graves pérdidas, lograron rescatar parte del ninot central del monumento fallero proyectado, así como las fotografías y el estandarte, que estaban colgados en alto en las paredes.
La fallera mayor, Marta Parra, cuenta también con orgullo la emoción que sintió al ver cómo la solidaridad fallera levantó el ánimo de su comisión, y agradece a la directiva el trabajo que hicieron para que este año pudieran plantar un monumento y pudieran disfrutar de la fiesta. "Nos ha traído cosas malas, pero también cosas muy buenas", cuenta la fallera mayor. También explican con ilusión la alegría que les da poder participar en la ofrenda de València a la virgen de los Desamparados como comisión afectada por la Dana.

- La marca del agua en el casal de la Falla Nou Sedaví -
Nuria, que también es miembro de la Junta Local, asegura que nunca dudaron en celebrar las Fallas, pese a las dificultades. Apela al "ánimo" de los falleros, a las ganas de juntarse y, sobre todo, a la "germanor" como elementos clave para seguir adelante y encontrar consuelo tras el duro golpe que sufrió Sedaví el pasado 29 de octubre.
El lema de su falla era 'Bon apetit', un chef como ninot central representaba al presidente del Gobierno, con un ayudante que representa al "populacho". El lema ya no es el mismo, los falleros no se han parado a pensar uno nuevo para el monumento que han creado, pero las presidentas piensan que debería tratar de solidaridad y voluntariado, sinónimos de este año fallero en Nou Sedaví, y en un ambiente informal proponen lemas como "Todo es posible" o "Juntos podemos".